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El huracán no fue 'Leslie', sino Kane

Celebración de uno de los goles de Inglaterra (Foto: Kiko Hurtado).
Joaquín Anduro

La selección española sufrió su primer traspiés desde la llegada de Luis Enrique al banquillo nacional al caer 2-3 frente a Inglaterra. Un partido que complica el pase a la 'final four' de la Liga de Naciones, aunque sigue dependiendo de sí misma.

España comenzó el partido como si de la tormenta tropical 'Leslie' se tratase. A los cinco minutos ya había dispuesto de hasta tres jugadas claras de gol. Todo lo inició el hombre que debutaba de titular: Jonny. El gallego buscó un socio en su excompañero Aspas para pisar área y forzar el primer córner del partido.

Desde la esquina, primero Thiago llegando desde atrás y después Marcos Alonso desde el segundo palo la tuvieron para adelantar a España. Pickford salvó la del jugador del Chelsea desde el suelo con una parada milagrosa.

A partir de ahí comenzaron las imprecisiones en defensa ante la potencia física inglesa. Tanto los tres hombres de arriba (Kane, Sterling y Rashford) como Dier llegando desde el mediocentro mordían a los jugadores españoles.

Sin embargo, el tanto inglés llegó en una jugada elaborada. Rashford recibió en campo español y buscó a Sterling en la carrera. El del City encontró el hueco dejado por los centrales y superó a De Gea con un chut cruzado a la escuadra. El meta español ni se movió, recordando los fantasmas de Rusia 2018.

España se volcó por banda izquierda intentando llegar al área de Pickford aunque eran los defensas los que formaron una muralla inexpugnable. Del 4-3-3 inicial pasaron a un 4-5-1 con Rashford y Sterling más replegados. Thiago asumió el liderazgo del partido y comenzó a manejar la pelota en la línea de tres cuartos, aunque el goteo de ocasiones se quedó en los primeros cinco minutos.

Si en la previa todos los actores principales citaban el olfato goleador de Kane como el principal argumento ofensivo inglés, el máximo goleador del Mundial se vistió de asistente. Con un gran movimiento permitió que Rashford, que había dejado atrás a Jonny, se plantara solo ante De Gea y batiera a su compañero de equipo en Old Trafford.

La debacle llegaría en un nuevo despiste defensivo en el minuto 38. Kane le cogió la espalda a Ramos y aprovechó un envío por alto para regalarle a Sterling el tercero de la noche.

Toda la mejoría que se había visto en los primeros tres partidos de la 'era Luis Enrique' desapareció de un plumazo. Los puntas estaban desasistidos, los defensas fallaban y el centro del campo ni siquiera era capaz de mantener la posesión en distintos tramos.

Raheem Sterling dispara delante de Marcos Alonso para hacer el 0-1.

Toda la alegría desbordada que se pudo ver en la afición española en la previa se vino al traste y el Benito Villamarín despidió a los suyos con una gran pitada. Más que el resultado, la mayor queja de la grada venía de la falta de actitud.

Los jugadores de la selección estaban heridos en su amor propio y salieron dos minutos antes de lo previsto al terreno de juego. La segunda parte era otra historia, y la afición se reconcilió con los suyos tras un disparo de Asensio a los cinco minutos.

Luis Enrique buscó revulsivos en el banquillo y sacó a dos hombres clave: Dani Ceballos y Paco Alcácer. El primero entró para tomar el mando en el centro del campo con su frescura y el segundo para saber lo que mejor sabe: marcar. Sólo tardó dos minutos el del Dortmund en marcar de cabeza el 1-3 para seguir con su espectacular racha anotadora. Ya son 10 esta temporada y tres con la selección española en apenas cuatro días.

A Inglaterra le entró el miedo con este gol y sus jugadores comenzaron a perder tiempo. Los jugadores españoles pidieron penalti en una balón que Rodrigo estuvo a punto de robar a Pickford, aunque el meta del Everton (al que se le vio dubitativo en varias acciones) terminó sacando limpiamente.

España mejoró aunque el tiempo corría en su contra. Morata entró como último cambio por Rodrigo para tratar de inquietar en balones aéreos. Sin embargo, como durante todo el Mundial, Maguire las ganó todas. Southgate volvió además a la línea de cinco atrás para terminar de amarrar el partido.

Los locales, volcados, sólo se acercaron con tímidos disparos. Ya en el descuento llegó un disparo de Marcos Alonso al larguero y el tanto de Sergio Ramos de cabeza para el 2-3 definitivo. Fue demasiado tarde, pero al menos los españoles dejaron mejor sabor de boca.

El pitido final cerró la primera derrota española desde la Eurocopa de 2016. Desde aquellos octavos de final ante Italia hasta esta noche de lunes en el Benito Villamarín, España no concedió un partido en los 90 minutos. En el mes de noviembre llegará el último partido de España, en Croacia. En tierras balcánicas se verá si este partido se queda en un espejismo o toca esperar milagro en Wembley.

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