A sus pies, capitán
En los últimos días se ha confirmado lo que era un secreto a voces: Marek Hamsik abandona el Napoli para marcharse a China y continuar allí su carrera en las filas del Dalian Yifang.
Su salida, ya con el mercado invernal concluido, ha podido pasar desapercibida, pero se trata de la marcha de uno de los futbolistas más influyentes de la Serie A en la última década.
Si su llegada al fútbol chino ha pasado de puntillas, lo mismo sucedió con su llegada al cuadro partenopeo hace once años y medio. Procedente del Brescia, llegaba con 19 años a un club que anhelaba recuperar su lugar en la máxima categoría del fútbol italiano tras pasear varios años por el infierno por los problemas económicos que asolaron a la entidad.
Hamsik ha tratado de no hacer ruido cuando por méritos propios se lo podría haber permitido. Es el jugador con más partidos en la historia del club (520 encuentros) y el máximo goleador (121) -siendo centrocampista- del equipo 'azzurro'. Él mismo ha reconocido que le habría gustado dar una vuelta olímpica en San Paolo y sentirse abrazado por todos los aficionados del Napoli, pero ésta tendrá que esperar.
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Nadie podrá decir que no esperaba que el futbolista eslovaco se marchara más pronto que tarde del club campano. A fin de cuentas, aún cuenta con 31 años y, progresivamente, ha ido perdiendo la vitola de indiscutible sobre el césped, circunstancia que podría ser soportable para cualquier futbolista, pero no para uno que se ha convertido por derecho en el ídolo de una afición tan pasional como la del Napoli. Aun así, jamás se le ha escuchado una queja al respecto. Ejemplo de capitán en tiempos -en Italia- en los cuales el rol del capitán es popular en las tertulias futbolísticas.
Durante casi doce temporadas, Marek Hamsik se ha convertido en la 'N' del escudo inculcando como si hubiera nacido en la misma Piazza del Plebiscito, a cada jugador que llegaba a la entidad el amor y la fidelidad a unos colores que lo acompañarán allá donde vaya.
Si algo ha demostrado la afición del Napoli a lo largo de su historia es que sabe cómo tratar a sus ídolos. Sólo hace falta ver cómo es recibido Diego Armando Maradona cada vez que vuelve a San Paolo o la reciente vuelta de Edinson Cavani a la ciudad en partido de la Champions League. En contraposición, no pasaron desapercibidas alrededor de todo el mundo las reacciones que generó en la ciudad del sur de Italia la marcha de Higuaín a la Juventus entre otras muchas.
No sé si Hamsik se va como el mejor jugador que jamás haya vestido la camiseta del Napoli, de lo que sí que estoy seguro, es de que se marcha como una leyenda a la altura, no sólo por estadísticas, de un tal Diego Armando Maradona.
Es cierto que apenas ha conseguido alzar títulos con el cuadro 'azzurro' y que una de las espinitas que se le quedarán clavadas por siempre, según él mismo ha reconocido, es la de no haber podido devolver el Scudetto a la ciudad de Nápoles. No le ha hecho falta.
Marekiaro, un tío que llegó de Eslovaquia para hacerse un hueco en Italia, ha intentado marcharse tal y como vino, en silencio, pero el reguero que ha dejado por el camino hará que su propósito se haga imposible y que los aficionados del Napoli que no lo hayan hecho ya, recuerden y bendigan cada momento en el cual un jugador nacido a casi 2000 kilómetros de la ciudad se puso la camiseta de su equipo y luchó con todo lo que tenía adentro para defender su camiseta. Su cresta pasará a la historia.
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