Una jornada decisiva
El Real Oviedo ha conseguido volver a tener cierta esperanza después de la última victoria. El empate del Cádiz ante Osasuna y la derrota del Deportivo en Lugo han hecho crecer las opciones carbayonas, en una jornada en la que salió casi todo bien. La parte negativa es la evidente falta de margen en el calendario para manejarse. Con únicamente tres jornadas por delante, los carbayones tienen claro que no pueden permitirse ni un tropiezo más. A parte de ganarlo todo, tienen que esperar que no lo hagan sus rivales más directos, que tienen en esta próxima jornada dos enfrentamientos complicados.
El Oviedo es el único que juega ante un equipo de la zona baja. Una circunstancia que ni mucho menos hace mirar con mayor optimismo ese partido, ya que el Tenerife se juega nada menos que la salvación. Todo lo que no fuera una victoria para los canarios supondría un golpe muy importante en la isla, ya que el Rayo Majadahonda, que ahora mismo están en esos puestos de descenso, tiene que sumar los tres puntos del Reus en la última jornada, algo con lo que el Tenerife ya cuenta. Es una auténtica final para los isleños, y así la clasifican incluso desde el club.
El Cádiz y el Deportivo, por su parte, tendrán dos partidos ante sendos equipos de la zona alta. Los andaluces viajan a Los Cármenes, después de que el Granada diera un paso de gigante este lunes hacia Primera tras vencer en Albacete. El Deportivo, por su parte, recibe al Mallorca, uno de los equipos más en forma de la tabla en Riazor. No se mira ya prácticamente al Málaga, que está a cinco puntos y recibe el viernes al Zaragoza.
El Oviedo será el primero en jugar, antes que Cádiz y Deportivo, que ya sabrán lo que han hecho los azules, que con la victoria meterían presión a ambos. Algo que ya sucedió, y funcionó, el pasado fin de semana, a la espera de que pueda volver a funcionar en esta nueva jornada decisiva.
