'Chispazo' genial
El Sporting ha puesto fin a su mala racha con una meritoria victoria ante Las Palmas, que llegaba a El Molinón con la condición de invicto. Un tanto genial de Álvaro Jiménez en la primera parte fue suficiente. Incluso, los de Baraja se permitieron el lujo de fallar un penalti.
El partido, o mejor dicho su previa, no comenzó bien para el Sporting. Babin se lesionaba en el calentamiento, así que Álex Pérez entraba en su lugar. Y de nuevo los de Baraja no ofrecieron el arreón inicial con el que empezaban los encuentros el curso pasado en El Molinón. Frente al Sporting también estaba Las Palmas, enrachado y pletórico de moral tras su victoria la jornada pasada sobre el Málaga.
Los insulares fueron los primeros en avisar. Tras una acción de estrategia, en una segunda jugada, en la que a Maikel Mesa se le fue alto su disparo en el minuto 13. Le costaba al Sporting mientras Las Palmas sobaba el balón y la grada comenzaba a inquietarse. En ese momento, en el más oportuno, el Sporting golpeó a la primera. Robin Lod, tras una buena jugada colectiva, asistió a Álvaro Jiménez, que de primeras batió al meta rival con un gran zurdazo en el 30'.
Las Palmas, sin embargo, amenazaba reacción. Mantuvo su estilo, y tocando y tocando tuvo el empate en las botas de David García, que ante Mariño llegó forzado al centro lateral.
Le vino bien el descanso al Sporting. Despertó con el 'chispazo' genial en el tanto de la primera parte. Salió reforzado, con más confianza, tras su paso por los vestuarios. Nada más empezar el segundo acto, un ataque de Álvaro Jiménez terminó con una llegada de Molinero, por cuyo centro esperaba Djurdjevic en boca de gol. Por poco no llegó el serbio, que en el minuto 61 sí la tuvo clara. Falló ante Raúl, el balón le quedó a Carmona, que fue derribado. El balear, que quería dedicar el tanto en memoria de su padre, no pudo festejarlo. El penalti se lo paró Raúl.
La ocasión fallada motivó a Las Palmas. A su entrenador que, sin más demora, agotó los cambios y a punto estuvo de obtener el premio a su iniciativa. No quiso Álex Pérez, más oportuno imposible para evitar el tanto de Timor. Le tocaba sufrir al equipo gijonés, con casi media hora para el final.
Baraja dio entrada a Nacho Méndez y Blackman, por Carmona y Djurdjevic, mientras los rojiblancos buscaban la tranquilidad al contragolpe. Mariño, por su parte, no tenía trabajo pero el sistema de alerta estaba activado. La victoria no se podía escapar y resultó merecida por lo visto en la segunda parte, en la que también Álvaro Jiménez perdonó la sentencia. El Sporting terminó celebrando los tres puntos. Fin a su mala racha. Las Palmas ya no está invicto.
