Toyota tiene el que, para muchos, es el mejor motor de gasolina
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Toyota sigue sin sucumbir a lo eléctrico y apuesta por un nuevo motor de gasolina
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El nuevo Toyota es, para la mayoría, el más bonito de la marca
Mientras otros fabricantes lo apuestan todo a la electrificación, Toyota ha decidido ir a contracorriente. Y lo hace con una pieza de ingeniería que muchos ya señalan como el futuro rey de los propulsores térmicos. Un motor que nace para reivindicar que la combustión aún puede sorprender. Y mucho.
La novedad se llama G20E. Un bloque 2.0 Turbo completamente nuevo. Muy compacto. Muy ligero. Extremadamente eficiente. Toyota lo ha desarrollado sin prisas, con la idea de dar vida a una nueva generación de deportivos. Su potencia impresiona. En su configuración más “civilizada” alcanza los 400 CV. Y en la versión de competición llega a los 600 CV, sin electrificación de apoyo. Nada. Solo gasolina y turbo.
Toyota sigue sin renunciar a los motores de gasolina
Este propulsor no es teoría. Ya está siendo puesto a prueba. Toyota lo ha montado en un GR Yaris profundamente modificado, colocado en posición central, y lo está sometiendo a un desarrollo intensivo. Lo vemos compitiendo en el exigente Super Taikyu, donde ha recibido ajustes de refrigeración, durabilidad y rendimiento. Cada carrera es una evolución más. Cada vuelta, un paso adelante.
Toyota quiere que este 2.0 Turbo sea el motor del próximo MR2, previsto para 2027. Un modelo que apuntará de lleno a los puristas. Por eso se ha trabajado tanto en la reducción de peso y volumen del motor: debe ser capaz de adaptarse a varias arquitecturas y ofrecer un comportamiento más serio que el del actual 1.6 Turbo de los GR Yaris y GR Corolla.
Lexus también hará uso del nievo motor de Toyota
Pero el G20E no se quedará ahí. Toyota ya ha confirmado que Lexus también lo usará en futuros modelos. Con versiones manuales y automáticas, según el tipo de coche. Deportivos. Gran turismos. Compactos de altas prestaciones. Todo está sobre la mesa.
Toyota no quiere dejar morir al motor de gasolina. Lo quiere reinventar. Y este nuevo propulsor es su mejor argumento. Para muchos, es ya el mejor motor de gasolina que veremos en la próxima década. Una declaración de intenciones. Una apuesta inesperada. Y quizá la chispa que necesitaba la industria para seguir creyendo en la combustión.