Un entrenador personal evidencia la falta de consenso entre profesionales para recetar ejercicio durante un cáncer

Cada vez son más los estudios que demuestran el importante papel que tiene el ejercicio físico cuando se está bajo tratamiento oncológico, pues aunque no te salva, reduce los efectos nocivos de la quimioterapia y de la radioterapia y mejora el estado de ánimo con el que afrontas el tratamiento.

A pesar de que esto es una realidad que cada vez cuenta con más evidencia científica que lo corrobora, "aquí hay un problema y es que nadie se pone de acuerdo", lamenta Víctor Fernández, entrenador personal especializado en entrenamiento oncológico, en ElDesmarque Stream. "Falta mucha comunión entre profesionales: médicos, fisios, entrenadores y nutricionistas", añade.

Bajo su experiencia personal como entrenador de pacientes con cáncer, hasta el momento nadie receta ejercicio físico de fuerza como parte del tratamiento. "Se nota mucho cuando tu oncólogo es una persona actualizada que hace deporte, pues sí que te va a decir que hagas entrenamiento de fuerza con un profesional porque te va a ayudar, pero en la mayoría de los casos suele pasar todo lo contrario o al menos con los que yo trabajo", cuenta el profesional.

El hecho de fragilizar a una persona con cáncer y no dejarle entrenar "deriva en peor salud". No obstante, Víctor también es consciente que los oncólogos no quieran recetar ejercicio por miedo, porque "no vaya a ser que el tío se piense que hay que hacer ejercicio a lo loco y venga a la siguiente sesión reventado".

"No recetar ejercicio es como una especie de negligencia"

A pesar de que el profesional entiende el punto de los oncólogos, "yo creo que hay tanto miedo y desconocimiento a mandar ejercicio y que se haga de una manera errónea... porque se hace de una manera muy equivocada en ocasiones"; bajo su percepción, el hecho de "que un médico no te recete hacer ejercicio o te lo prohíba sin ningún tipo de causa justificada es como una especie de negligencia".

Y es que está seguro de que "si hubiera una pastillita sin los efectos secundarios del ejercicio, que no da más allá de agujetas, no habría un médico que no la recetase".

"Nos tienen que meter dentro de los hospitales"

En un mundo ideal, pues el profesional no confía en que esto ocurra (al menos en un futuro cercano), para que la gente entienda que el ejercicio físico y la nutrición debe formar parte del tratamiento oncológico, al igual que recibir quimio o radio cada 21 días, "nos tienen que meter a los entrenadores dentro de los hospitales".

Y es que, a día de hoy los entrenadores personales son vistos por la población general como ocio y no como actividad sanitaria, "entonces cuando ves precios y ves que el gimnasio te cuesta 20 euros al mes y esto no... pero es que es un servicio que no tiene nada que ver. Tú vas al fisio y tiene un precio", compara.

"Estaría muy bien que llegue el gobierno de España o la Comunidad de Madrid y que te diga: tienes cáncer, pues te vamos a subvencionar centros que realmente estén especializados en este servicio de entrenamiento personal y te pagamos la mitad, al igual que te pagan el medicamento"; aunque concluye diciendo que "no tengo ningún tipo de esperanza" de que esto ocurra.