Debacle en El Molinón

De nuevo, una durísima derrota del conjunto aragonés que encajaba por primera vez cuatro goles en esta temporada. El partido se perdió desde muy temprano y con la expulsión de Grippo en el minuto 30, el encuentro prácticamente quedó sentenciado. "Una buena defensa es un buen ataque" y no hay más verdad que esta en la Segunda división. El Real Zaragoza ha perdido claramente la fortaleza defensiva y nada le sale bien últimamente a este equipo que volvió a encajar demasiado rápido. Los hombres de Víctor Fernández saltaron al campo, de nuevo, dormidos, al igual que frente al Mirandés y es que en esta categoría no te puedes relajar ni un solo instante. El entrenador zaragocista cambió el sistema de juego y apostó por una defensa de cinco, que salió mal desde el minuto 3. Toda la fortaleza defensiva y seguridad de las primeras jornadas, se ha diluido y el equipo vuelve a ser demasiado frágil en defensa.

El desastre de la primera parte comenzó ya en la primera jugada de peligro del conjunto asturiano, una pérdida de balón en el centro del campo permitió al Sporting de Gijón salir a la contra y tras una jugada espectacular de Manu García, que se marchó de toda la defensa como quiso, dejó en bandeja el gol a Isma Cerro que inauguraba el marcador en El Molinón. Poco pudo hacer de nuevo Cristian, aunque el guardameta argentino estuvo cerca de interceptar el esférico con los pies.

Comenzando así, es difícil controlar los partidos, de nuevo el Zaragoza empezaba el partido a remolque e intentado remontar el gol inicial. Pero nada salía bien, demasiadas pérdidas en el centro del campo por la imprecisión en los pases. El repliegue defensivo muy lento, la defensa de cinco no aportó la seguridad suficiente y los carrileros, tanto Lasure y Guti dejaban demasiado desguarnecidas ambas bandas. Tras el primer gol, el partido pasó a una fase más calmada, donde el conjunto zaragocista intentaba llevar el peso del partido, pero no lo logró.

El conjunto asturiano estaba demasiado cómodo en su campo, y el equipo de Víctor no daba en ningún momento sensación de peligro. Kagawa y James volvieron a estar muy lentos y sin el desborde que les caracteriza. Además, el japonés se le veía continuamente demasiado cerca de la defensa, para sacar el balón jugado. Arriba Luis Suárez y Soro poco podían hacer contra toda la línea defensiva del Sporting bien colocada en todo momento.

A pesar de todo, el equipo presentó una ligera mejoría y comenzaba a construir jugadas más elaboradas hasta que llegó la primera ocasión por parte de los zaragocistas en el minuto 10 de partido. James Igbekeme disparaba desde la frontal, tras una buena combinación colectiva. Sin embargo, cada balón que recuperaba el conjunto de Alberto lo aprovecha para salir rápido a la contra y sorprender al Zaragoza. En una de estas vería Simone Grippo la primera tarjeta amarilla del partido, tras un agarrón a Aitor García, muy activo en toda la primera mitad. Guti lo volvía a intentar desde fuera del área , tras un buena recuperación, sin embargo el disparo demasiado flojo atraparía sin problemas Diego Mariño.

El desastre total llegaría en el minuto 30 cuando Grippo, fatal en todo momento y muy lento en cada acción, cometería una falta un tanto rigurosa a Manu García y Figueroa Vázquez, el colegiado del encuentro no dudaría en sacar la segunda cartulina al central suizo y el Zaragoza se quedaba con uno menos.

En la segunda mitad, parece que el equipo salió más enchufado, al menos el equipo presionaba más arriba. Víctor realizaba el primer cambio y entraba Carlos Nieto por Shinji Kagawa, otro mal partido del mediapunta japonés. También José Alberto movía ficha y entraba Álvaro Vázquez, exzaragocista por Uros Djurdevic. Era el minuto 65 cuando el Real Zaragoza tendría la ocasión más clara del partido, Clemente ponía un pase al hueco perfecto para que Lasure pusiese un centro raso para que Soro rematase, sin embargo ni Soro ni Suárez conseguían embocarla a la red.

Continuaría el carrusel de cambios, en las filas del Sporting se lesionaba Babín y entraba en su lugar Carlos Cordero, también en el Zaragoza se retiraba en el minuto 66 Alberto Soro y entraba en el partido Álex Blanco y un minuto después, en el 67 se marchaba, de forma incomprensible Luis Suárez y entraba Miguel Linares.

El conjunto zaragocista tiraba de casta y orgullo e intentaba el meter el primer gol para acercarse en el marcador. Sin embargo, en el minuto 75 llegaría otro jarro de agua fría. Álvaro Vázquez controlaba mal el balón en el borde del área y ese mal control lo recogería Aitor García que de primeras le pegaba y metía el segundo gol en su cuenta particular.

Los últimos quince minutos se convertirían en una auténtica pesadilla para los hombres de Víctor Fernández, con un jugador menos era muy complicado y el equipo no estuvo nunca cerca en el marcador. La tragedia aumentaba cuando el exzaragocista Álvaro Vázquez, anotaba el cuarto gol del partido. El equipo debe reponerse de este duro varapalo y tan sólo una victoria puede revertir una racha tan negativa como esta. Está claro que el fútbol son rachas y el Zaragoza saldrá de esta.