Más vale tarde...
De acuerdo: puedo llegar a ser tan lento de reflejos como el mismísimo Del
Bosque. Vayan en todo caso estas preguntas:
1. ¿No se demuestra cada vez que juega esta España mundialista que Xabi
Alonso solapa e incomoda a Xavi demasiadas veces?
2. ¿No da la sensación de que Alonso trata de asumir, con toda su buena
intención y arrojo, un liderazgo y una presencia en el campo que debieran
corresponder única y exclusivamente a Xavi? Señor Don Vicente, sería
magnífico que ambos se fundieran en uno, que se entendieran con sólo
mirarse... Pero no es así y, mientras no se demuestre lo contrario, el
bueno, bueno, bueno, pero bueno, es Xavi. Vamos a jugar como él diga, como
él quiera. Vamos a no tocarle las narices.
3. ¿La entrada de David Villa desde la banda izquierda no tendría que
ser más bien un recurso aislado y sorprendente, y no tanto un martilleo
constante, una demarcación fija?
4. Torres, hijo mío, ¿qué te pasa? O mejor: ¿no debiera Del Bosque pensar
que este magnífico delantero ha llegado efectivamente muy justo al Mundial
tras su operación de rodilla y que existen otras variantes quizá más
productivas?
5. Y al margen de todo esto... ¿Qué pasa por la cabeza de los niños
españoles de 7 años, los que rompen punteras y llevan a casa agujeros en
las rodillas, que desde que tienen uso de razón no han dejado de ver
ganar a nuestra selección? ¿Tienen conciencia del privilegio? ¿Se hacen
una remota idea de lo que sufrieron sus padres, sus tíos, sus abuelos?
¿Alguien les ha explicado ya que hasta 2008 el balón de Villa habría
rebotado en el segundo poste hacia fuera, por supuesto?
Benditos ellos (los padres, los tíos y los abuelos, faltaría).
Posdata: ¿Qué hacía yo cantando los goles de Alemania? ¿Sería por
Maradona? ¿Por Heinze? ¿Por el Apache Tévez y su cuchillito entre los
dientes?