Mejoras en ataque y en defensa
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El Real Madrid firmó ante el Eibar su segundo triunfo liguero en el Santiago Bernabéu, el más holgado (3-0), para encontrar el camino deseado de local, mejorando su efectividad con tres goles en doce remates y dejando su portería a cero por tercera ocasión en Liga en nueve jornadas.
Los errores ante Valencia (2-2) y Levante (1-1), y la derrota cosechada ante el Real Betis (0-1), obligaban a una reacción inmediata del Real Madrid en un Santiago Bernabéu donde también conquistó un punto el Tottenham inglés (1-1) en Liga de Campeones.
Tan solo figuraba en la casilla de encuentros calmados en su estadio para los jugadores de Zinedine Zidane el triunfo ante el Espanyol (2-0) y el Eibar aparecía como víctima propicia. El equipo que menos goles marca en LaLiga Santander -tres en nueve jornadas-, que encadenó su cuarta jornada seguida sin lograr un solo gol y el tercero más goleado con 20 goles encajados en nueve encuentros.
Zidane sorprendió con su once en busca de nuevas energías. Después de su defensa a ultranza a Karim Benzema, dejó al francés en el banquillo y situó a Marco Asensio como pareja ofensiva de Cristiano Ronaldo. El mallorquín le respondió con el pase envenenado del primer tanto, con remate de Paulo en propia puerta cuando quería evitar el de Sergio Ramos o Varane, y finalizando su sequía goleadora tras un gran arranque de curso.
De zurda y a pase de Isco, firmó Asensio un gol 56 días después. No marcaba desde el 27 agosto al Valencia y pese a ello, es con tres tantos el máximo goleador del Real Madrid en LaLiga Santander.
El encuentro dejó un capítulo de frustración pública de Cristiano Ronaldo. Pese al triunfo acabó con gestos de enfado por no encontrar el camino del gol. Necesita un nueve referencia que fije a los centrales. Siéndolo él apenas dejó en el primer acto un intento de remate a los 17 minutos, que dio en la espalda de la defensa rival.
La segunda no la arrancaba mejor con una falta a las nubes a los 53 minutos. Cabizbajo en el terreno de juego hasta que encontró espacios cuando apareció su mejor socio: Benzema. Era el 61 cuando Modric lo dejó solo, con metros para correr y no superó el mano a mano contra Dmitrovic. Acabó perdonando otra escorado a pase de Marcelo y un nuevo pase de Karim.
El francés entró al césped entre división de aplausos y silbidos a los 64 minutos. Un intento de disparo a taconazo de Cristiano que sacó a córner la defensa del Eibar fue su único balance en el remate, pero dejó numerosas jugadores con espacios dando velocidad y pases de primeras a sus compañeros. Terminó llevándose a toda la afición madridista a su terreno con entrega máxima y asistiendo a Marcelo para el tercero que cerraba el triunfo más cómodo del curso en el Bernabéu.