Citas históricas 3.0
En la primera aún no se habían inventado los Iphone ni los IPad, los teléfonos aún tenían teclas, twitter estaba en pañales, las redes sociales no estaban en auge y la crisis económica actual aún no había maltratado al mundo.
En la segunda el Sevilla solo había ganado apenas un tercio de lo que ganaría tras esos años, los aficionados vivían en una nube y, eso sí, ya conocían al dedillo el significado de las noches mágicas de Nervión.
En la tercera, la tercera semifinal europea, la que arranca esta noche en el Sánchez Pizjuán, los que niños que conocieron las anteriores ya son adolescentes, los adolescentes jóvenes, los jóvenes adultos y los adultos... más adultos.
Jugar una semifinal europea para el Sevilla no llega a convertirse en un hecho consuetudionario, pero sí en algo conocido, cas familiar, es un hecho que, en la gran extensión de la palabra, suele pasar. Más aún si extendemos la experiencia a todas las competiciones (sin ir más lejos es la segunda que disputa el Sevilla con Emery tras la de Copa del pasado año).
Y hasta ahora, cuando ha pasado en Europa, ha sido un preludio de la mayor de las glorias. No solo por haber conseguido en las dos anteriores el acceso a la final, que ya es premio, sino porque finalmente las acabó ganando.
El Sevilla, pues, así como el que no quiere la cosa, se ha convertido en un equipo con luz propia en Europa. Es bicampeón de la competición y tiene ante sí, pasados los años, la oportunidad de plantarse de nuevo en una final, esta en Turín.
Pero para ello debe superar un complicado preludio, un paso difícil. La experiencia le dice al mismo Sevilla que una semifinal nunca es sencilla. No lo fue con el Schalke, pero tampoco lo fue con Osasuna. Ambas citas fueron duras y decididas por detalles, benditos detalles, pero de mucha igualdad. Eso, unido a que el rival, por muy español y conocido que sea, tiene también enjundia europea (dos veces finalista de la Liga de Campeones, ganador también de la UEFA) convierten la semifinal que se dilucidará en una semana en una tarea difícil.
Con todo, hay argumentos también para ser optimistas. Este Sevilla los ofrece a raudales. Más allá de su racha liguera (9 victorias de 10), de sus remontadas en Europa, el equipo de Emery se ha solidificado y ofrece virtudes suficientes para superar al Valencia, que también tiene las suyas.
Eso, unido a un Sánchez Pizjuán experto ya en estas lides crea un caldo de cultivo como pocos para que el Sevilla empiece a encarrilar esta semifinal, que en todo caso tendrá su desenlace en Mestalla, y a buen seguro que lo tendrán en cuenta los nervionenses.
Y Emery, que saldrá con su once de gala, quizás con la duda de dos delanteros o uno pero inclinándose claramente por fórmulas que han dado consistencia al equipo (M'Bia y Carriço, un delantero, Rakitic junto a Reyes y Vitolo...).
En el principio fue una ilusión, luego una continuación, y pasados los años en una característica. Bendita virtud, definirse como equipo por noches y citas como las de esta noche. A disfrutarla, y a ganarla.
Alineaciones probables:
Sevilla FC: Beto; Diogo, Fazio, Pareja, Alberto Moreno; M'Bia, Carriço; Reyes, Rakitic, Vitolo; Carlos Bacca.
Suplentes: Javi Varas; Cicinho, Fernando Navarro, Iborra, Trochowski, Jairo, Marin, Gameiro.
Valencia CF: Guaita; Pereira, Fuego, Mathieu, Bernat; Pareja, Keita; Feghouli, Vargas, Fede; Alcácer.
Suplentes: Jaume; Barragán, Costa, Romeu, Jonas, Míchel, Piatti.
