Escándalo en Indonesia: cinco autogoles en un mismo partido

El encuentro entre PSS Sleman y PSIS Semarang, de la Segunda división de Indonesia, está dando mucho que hablar y no por la belleza de los cinco goles y sí por la forma en la que se marcaro. Una investigación hay abierta para esclarecer lo sucedido, ya que todos fueron autogoles.

Los dos equipos se encontraban clasificados para las semifinales del torneo y el ganador de este choque, que valdría para ser campeón de grupo, se tendría que ver las caras con el gran candidato al título, el Pusamania Borneo, en la lucha el ascenso (ambos finalistas suben directamente). Se vio que los dos equipos querían evitar a toda costa al Pusamania y no encontraron una mejor forma de perder que marcándose los goles. Con premeditación y alevosía.
Pero no sólo extrañaron los cinco autgoles. Desde el pitido inicial no fue un partido normal y corriente, con dos equipos buscando el gol (en la portería contraria) y presionando a su rival. Nada más lejos de la realidad, fue todo lo contrario. Ninguno quería hacer daño ni pasar del círculo central, con total pasividad mientras los jugadores iban tocando la pelota unos con otros sin presión.
A la media hora de juego comenzaron los movimientos, presuntamente, irregulares. Agus Setyawan, jugador del Sleman, se automarcó el primer gol de la tarde para dar pistoletazo a la ridícula fiesta. Lo curioso de esta jugada es que un contrario intentó evitar que fuera gol a favor de su equipo. Poco después el lumbreras fue Hermawan Putra Jati, que aumentó la ventaja en el marcador para el conjunto local.
El Semarang, viendo de qué iba la cosa, decidió poner una marcha más y evitar su triunfo. Antes del final del partido dio la vuelta al marcador gracias a dos autogoles de Komedi y otro de Fadli para ver cómo su equipo lograba una denigrante derrota.
Nada más acabar el partido, que fue visto por más de una persona, los dirigentes del fútbol indonesio decidieron investigar el partido. Si no hay sorpresas de por medio, porque al parecer puede haber mafias metidas, las sanciones para los equipos y los jugadores serán históricas, incluso es probable que ni el árbitor se escape.