Las claves del empate de España en Turín

España dejó escapar la oportunidad de asestar un golpe duro a un rival directo por el puesto de acceso directo al Mundial 2018, una Italia ante la que dio una hora de exhibición de juego, pero con la que se desplomó con los cambios del rival para acabar cediendo un empate con un penalti evitable.

Las claves de la exhibición y el desplome de la Roja en Turín fueron:
1. Recuperación de la identidad del éxito: España rescató durante 60 minutos la imagen imponente con la que conquistó dos Eurocopas y un Mundial. Dominador total del encuentro, con el toque por bandera y explotando sus virtudes. Koke creciendo en importancia en la construcción del juego y con una movilidad clave; Iniesta asumiendo el mando del juego como líder indiscutible; Silva extendiendo una idea.
2. Presión alta y anulación del rival: habían pasado tres meses de un duelo de triste recuerdo estudiado al detalle por Julen Lopetegui. En la Eurocopa 2016, España no tuvo un plan b para contrarrestar el aluvión italiano. En Turín, demostró desde el inicio quien iba a llevar el mando, con una presión alta asfixiante que hizo robar continuamente el balón en terreno rival y provocó numerosas imprecisiones.
3. La armonía: una idea clara y trabajada, líneas juntas y compenetradas en cada movimiento. El juego de España era pura armonía, con movimiento continuo en posesión. Toque y búsqueda del espacio. Incorporaciones de los laterales al ataque. Aprovechamiento de cada espacio entre líneas defensivas italianas. Las combinaciones repletas de calidad aparecieron en jugadores de un altísimo nivel técnico ante las que los italianos siempre llegaban décimas d segundos tardes. Solo les quedó replegarse y defenderse para intentar no encajar goles renunciando a cualquier opción de generar peligro con mucha distancia por recorrer hasta la portería de David de Gea.
4. La falta de pegada: el desplome comenzó por no materializar en tantos el dominio abrumador. España llegó a acariciar el 80 por ciento de posesión pero tan solo remató en dos ocasiones a puerta en una primera parte de exhibición. La velocidad con el balón fue buena pero se repitieron errores del pasado en los últimos metros por la falta de remate.
5. Sin reacción táctica: demostró Lopetegui tener estudiado a la perfección al rival con su planteamiento inicial, minimizando al máximo a Italia y convertiéndola en una selección hasta vulgar. No hubo tanto acierto cuando Ventura introdujo a tres jugadores de ataque juntos, Busquets hizo aguas perdido en ayudas y el equilibrio de la Roja desapareció. Cada llegada de la 'azzurra' comenzó a hacer sentir el riesgo y hasta se pudo acabar perdiendo. La entrada de Thiago para tener el balón de nuevo no fue la solución. Faltó un refuerzo defensivo en los momentos de apuro.
6. Diego Costa al límite del riesgo: jugar con Diego Costa conlleva asumir un riesgo de quedar en inferioridad numérica en cualquier momento. Tuvo que ocurrir en el Juventus Stadium pero el árbitro prefirió mirar a otro lado. Comenzó perdonando una amarilla por un manotazo sin buenas intenciones en el rostro de Bonucci. Si le pillaron el segundo en un gesto al protegerse del rival pisando el balón. Y a la grada lo mandó tras escuchar el silbido que anulaba una jugada por fuera de juego, molesto tras caer varias veces en la trampa de la línea adelantado cuando Italia pasó a correr más riesgos. Su acción era merecedora de la roja, se libró y fue sustituido al momento por Lopetegui, que tiene fe ciega en el nieve hispanobrasileño.
7. Falta de estabilidad: no necesitó de mucho Italia para generar inestabilidad en la fase defensiva de la selección española y provocar una mala salida de balón de la zaga. Un par de balones largos, de centros al área, subir un grado la intensidad en la lucha y la defensa de la Roja comenzó a sufrir. Son los rescoldos de la pasada Eurocopa. Ocurrió en el día maldito ante Croacia y se repitió en la eliminación en octavos de final. En el primer examen duro reapareció la ausencia de equilibrio, de experiencia para matar el partido cuando el rival lo quiso dinamitar.