El verano de Joan Jordán

Nadie habría imaginado un año tan duro. El Sevilla cerró el curso con la Europa League, con una sonrisa de oreja a oreja e intentando, aunque la alegría ha durado poco, olvidar el durísimo camino recorrido. Uno de los que más sufrió durante la temporada fue Joan Jordán, un futbolista que vive un verano clave para intentar volver a ser indispensable en el club.

Su rendimiento durante el primer tramo fue indiscutible. Nadie, absolutamente nadie, podía dudar sobre su figura, nadie podía debatir sobre su titularidad y la confianza de Julen Lopetegui, pero todo cambió, como miles de veces se ha contado, aquella noche del derbi en el Benito Villamarín.

El futbolista y el propio club intentaron dejar atrás el altercado, su renovación, los mensajes llegados desde un lado y otro, pero la realidad golpeó (y de frente) al ex del Eibar.

Lopetegui, su valedor, se marchaba sin conseguir recuperarle; Sampaoli llegaba prometiendo su recuperación, pero más allá de ponerlo en primera línea del ridículo con los folios de instrucciones, tampoco consiguió hacerle brillar; y Mendilibar, el que le llevó a la élite, el que debía y sabía exprimirle, apenas pudo contar con él por molestias físicas.

La "burra vieja", como le llamó amablemente Mendilibar tras forzar su vuelta para ayudar al equipo, cerró el año con una sonrisa y, posiblemente, prometiéndose a sí mismo que recuperaría su nivel.

Sin demasiadas apariciones por redes sociales, Jordán vive el verano -aparentemente- junto a sus familiares, con tranquilidad y con el único objetivo de recuperar su nivel y, de la mano de Mendilibar, volver a ser indispensable para el Sevilla.