La Europa League vuelve a su lugar en el mundo: el Sevilla aterriza en San Pablo

Por séptima vez y en apenas 17 años, el trofeo de la UEFA Europa League ha volado en el avión del Sevilla FC hacia suelo hispalense. A los aeropuertos de origen de Eindhoven, Glasgow, Turín, Varsovia, Basilea y Colonia se suma este jueves el de Budapest-Ferenc Liszt, habiendo sido todos ellos escenario del despegue de la ilusión y la alegría sevillista hacia la posibilidad de celebrarlo con los suyos.

Sobre las 17.30 horas ha tomado tierra el avión del Sevilla en el Aeropuerto de San Pablo, y pasadas las seis de la tarde, el trofeo que copa las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán ha pisado tierras españolas, andaluzas y sevillanas. Se habrá sentido como en casa.

De los primeros en bajar del avión fue el expresidente José María del Nido Benavente, que estuvo presente en la final del Puskas Arena como un sevillista más, moviéndose además por Budapest con total normalidad.

Tras bajar los familiares de los jugadores y el cuerpo técnico, la plantilla hizo un pasillo en la escalerilla del avión para que pasara la copa. El primero en llevarla fue el presidente Pepe Castro, vestido con la camiseta oficial de juego del Sevilla en la final, y a mitad de la escalera se la dio a Jesús Navas, quien la alzó por primera vez en este jueves al cielo sevillano.

Al grito de “¡Campeones, campeones!”, terminaron de bajar los integrantes de la plantilla, cerrando la comitiva el director deportivo Monchi y el vicepresidente José María del Nido Carrasco, dirigiéndose directamente a los autobuses descapotables con los que recorrerán la ciudad para celebrar una vez más.