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¿Volver a creer?

Rodrigo se lamenta durante el partido ante Inglaterra. .jpeg
Celia Pérez

¿Volver a creer? Desde la llegada de Luis Enrique al banquillo, la selección española había recuperado el brillo, la verticalidad y la contundencia en defensa que tanto había echado de menos en Rusia, pero esta noche en el estadio Benito Villamarín la perdió.

Al menos, durante la primera mitad, donde la Roja se vio claramente superada por los 'tres leones'. O al menos, por dos de ellos. Sterling, por partida doble, y Rashford. También Kane, que de una manera u otra participó en todos los goles de una manera magistral, con asistencia y fijando a los centrales. La selección de Luis Enrique, la de Saúl, no encontró en el jugador colchonero su mejor noche, y eso se notó. El centrocampista no estuvo acertado en los pases, tampoco le llegaron mucho balones, y tampoco toda la culpa fue de él.

Fue un desbarajuste total de la defensa. En el primero, Sterling se desmarca sin caer en fuera de juego, gana en carrera a Marcos Alonso y define con un zapatazo imparable para De Gea. En el segundo, balón de Pickford para Kane, que ante Ramos y Nacho se la queda, se da la vuelta y encuentra el pase para Rashford. Ya en el tercero, Kane le gana la espalda a Ramos y la deja para que Sterling perfore la portería de De Gea.

Tampoco estuvieron bien Jonny, Busquets, Asensio.... ni el equipo al completo, que pareció resplandecer con la entrada de Paco Alcácer, pero que se quedó en eso, en un resplandor. La imagen del conjunto mejoró, pero aún muy lejos de la imagen que ha dado en los tres primero partidos con Luis Enrique al frente.

El seleccionador buscó revulsivos con la entrada de Alcácer y Dani Ceballos, después con Morata, y consiguió. Se volcó más sobre el área inglesa, construyó y trabajó, pero le faltó esa capacidad goleadora de otros encuentros. Sí estuvo acertado Sergio Ramos justo antes del pitido final para poner el punto y final al partido. Una pesadilla que hay que olvidar cuanto antes para volver a creer.

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