Sergio Ramos tenía una misión

España se medía a Rusia en un duelo en el que Julen Lopetegui podría haber introducido numerosas novedades, pero donde el técnico apostó finalmente por un once en el que, al menos en defensa, se juntaron la gran mayoría de los titulares. Entre ellos estaba Sergio Ramos, capitán de la selección y uno de los protagonistas del encuentro.

Y es que Ramos tenía un motivo no sólo para jugar, sino para querer ver puerta durante los minutos de los que dispuso ante Rusia. El camero ya tiró de galones en la primera falta a favor de España, a los 28 minutos, cuando fue imposible quitarle el balón de las manos en una clara ocasión para los intereses de la selección.
Le pegó muy mal el capitán, contra barrera y a media altura, aunque pudo resarcirse pocos minutos después. En un penalti muy discutido por la selección rusa, Sergio Ramos volvió a atrapar la pelota y tuvo claro que tenía que marcar desde los once metros. ¿El motivo? Era el cumpleaños de su hijo, estaba a miles de kilómetros de distancia y quería tener un detalle con él.
No falló Ramos el lanzamiento e inmediatamente buscó una cámara a la que dirigirse a su hijo, simulando que soplaba las velas de una tarta de cumpleaños. Era el minuto 35 y el andaluz ya había cumplido su objetivo, aunque en la segunda mitad no dudó en volver a atrapar la pelota. Otro penalti discutido y un doblete de Ramos para redondear su felicitación.