Pedro Porro se convirtió en el gran protagonista de la última derrota del Tottenham, no solo por lo ocurrido sobre el césped, sino por la tensa escena posterior que reveló el momento crítico del vestuario. El lateral español frenó en seco a Lucas Bergvall por aplaudir a una parte de la afición que había abucheado a Guglielmo Vicario y, minutos después, lanzó un mensaje contundente en redes exigiendo respeto y unidad. En plena crisis deportiva, Porro emergió como líder emocional de unos Spurs que acumulan dudas y frustración.
El choque de Pedro Porro con Bergvall
El primer incidente se produjo en cuanto el árbitro señaló el final. Mientras varios jugadores se dispersaban cabizbajos, Porro fue directo hacia Lucas Bergvall, notablemente molesto por la actitud del joven sueco. Las cámaras captaron cómo el español le recriminaba su decisión de aplaudir a la grada justo después de los abucheos dirigidos a Guglielmo Vicario, cuyo error en la salida propició el segundo gol del Fulham.
Bergvall, que trataba simplemente de agradecer el apoyo, no esperaba la reprimenda. Porro le señaló con el dedo, alzó la voz y finalmente se dio media vuelta sin sumarse a los saludos a la afición. Camino del túnel, incluso se quitó la camiseta, gesto que subrayó su evidente indignación.
Pedro Porro was seen shouting at Lucas Bergvall as the latter applauded the fans after the full-time whistle.
Más tarde, en redes sociales, Porro trató de enfriar la tensión, reconociendo que el fútbol “es emoción” y que sus palabras hacia Bergvall fueron fruto del momento, pero reafirmó su postura: “No voy a tolerar faltas de respeto hacia mis compañeros. Todos cometemos errores, pero nos levantamos juntos”.
Con ello dejó claro que su bronca no fue un arrebato, sino una defensa directa del vestuario en un partido que el Tottenham perdió 0-2 en apenas seis minutos.
El mensaje a la afición
El segundo dardo de Porro fue para una parte de la grada. Los abucheos a Vicario tras su fallo encendieron al lateral, que respondió con gestos de desaprobación y un silencio tenso camino al vestuario. Horas después, en un alegato publicado en Instagram, insistió en que la afición debe estar “para apoyar, no para hundir”.
“Hace seis meses todo estaba muy mal y salimos adelante. Esto no va de cómo empieza, sino de cómo acaba”, recordó el internacional español, pidiendo memoria y paciencia para un equipo que solo ha ganado uno de sus últimos siete partidos.
Su mensaje fue respaldado por el técnico, Thomas Frank, quien tachó de “inaceptable” que parte del público se dedicara a pitar durante el juego. “Si estamos compitiendo, que nos apoyen”, reclamó.