El Alavés cierra la salvación ante el peor Celta de la era Giráldez

El Deportivo Alavés le dio a Mendizorroza el mejor premio posible con una magnífica victoria, por 3-0, en el centenario estadio sobre el Celta de Vigo. Luis García propuso un partido de altísima intensidad al que no supieron responder los pupilos de Claudio Giráldez. El 0-0 con el que el partido se fue al descanso fue un milagro obra de Vicente Guaita y sus paradas. En la segunda mitad los errores de la zaga viguesa, personificados en Óscar Mingueza, decantaron el duelo para el cuadro babazorro. Primero marcó Giuliano Simeone, después lo hizo Gudiri. A partir de ahí no hubo partido. El Celta buscó una remontaba imposible ante un Alavés que perdonó el tercero en varias ocasiones hasta que en el 86' Benavídez sentenció el encuentro con un testarazo. Los vitorianos cierran la salvación en LaLiga EA Sports, el Celta sigue en la cuerda floja.

Dos pérdidas de balón, en dos entregas erradas, provocaron los primeros sustos en Mendizorroza para los pupilos de Claudio Giráldez. Apretaba el cuadro babazorro en un gran arranque con Kike García midiéndose con Carlos Domínguez en un bonito duelo. La altísima presión de los de Luis García provocaba errores en la salida de balón celeste.

Así llegó la primera ocasión del partido. Óscar Mingueza se sacó de encima la pelota, muy encimado por el delantero rival, para colocar el balón en las botas de Benavídez. Latigazo que se sacó de encima Guaita. No lo estaba pasando bien el cuadro vigués. Peor le pudo ir si el VAR no llamase a Pulido Santana para corregir una injusta expulsión sobre Carles Pérez. Pizarro Gómez evitó el error de su compañero, que había visto una inexistente agresión de Carles Pérez sobre Rubén Duarte.

El VAR devolvía al Celta parte de todo lo sustraído esta temporada. Un poco de justicia para un equipo al que los arbitrajes no le habían acompañado este curso. Lo que no podía hacer el VAR era darle darle el control del partido. El Alavés empujaba. Lo hacía con fuerza y intensidad. Percutía por bandas convirtiendo a Vicente Guaita en el héroe de la primera mitad.

Perdonaba Kike García a la media hora con un testarazo que se iba por línea de fondo. A partir de ahí el encuentro se convirtió en un recital del meta nacido en Torrent. Primero evitó el tanto de Carlos Vicente. Poco después, en el 37', se sacaba de encima un durísimo remate de Kike García a quemarropa y en el 45' ponía los puños para evitar el gol de Tenaglia. La primera mitad moría con empate para frustración de un Deportivo Alavés merecedor de mejor resultado.

Nada más arrancar la segunda mitad el cuadro local encontró el justo premio del gol. Kike García le robó la pelota a un blandísimo Óscar Mingueza tras ver como Unai Núñez perdía el duelo por arriba. Centra al área el delantero y ahí finaliza Guiliano Simeone. El argentino superaba a Guaita, que hasta ese momento era el héroe del Celta.

Preparaba Claudio Giráldez los cambios para intentar igualar el partido pero de nuevo fallaba la defensa del Celta. Carlos Domínguez perdía el duelo aéreo. La pelota caía a los pies de Mingueza. El catalán, presionado, se deshacía del balón para asistir a Gudiri. Su mal pase dejó solo al centrocampista local. Solo tuvo que engañar a Guaita para hacer el 2-0. Naufragaba el Celta en Mendizorroza.

Entraban Luca de la Torre y Williot Swedberg para buscar el milagro. No era la tarde del Celta. Guaita evitaba el 3-0 en el 61'. Los de Claudio Giráldez cerraban la primera hora del encuentro sin generar una sola ocasión de gol. El partido enfilaba sus últimos compases con el Alavés más cerca del tercero que el Celta del primero.

Los cambios no mejoraron al Celta. Lo intentaron los celestes con nulo éxito. No era la tarde de los de Claudio Giráldez. El castigo no era mayor porque Gudiri estrelló el balón en el palo pasado el minuto 70. Con Allende, Miguel Rodríguez y Sotelo en el campo los vigueses buscaron un gol que les metiese en el partido.

Pudo hacerlo Iago Aspas en el 84' tras un robo de Tadeo Allende. Mandó por encima del larguero el balón el moañés. Era la única ocasión clara del Celta en un partido que terminó con un gol más del Deportivo Alavés. Benavídez cabeceó al fondo de las mallas un centro de Simeone ante la parsimonia de Sotelo, que le dejó rematar sin oposición.

El Alavés cerraba de manera virtual la permanencia al alcanzar los 38 puntos. El Celta, con esta durísima goleada, sigue inmerso en la lucha por evitar el descenso. El partido entre Cádiz y Mallorca en el Nuevo Mirandilla este domingo marcará las exigencias de los vigueses, que mantienen una diferencia de seis puntos sobre el descenso.