El Atlético se alía con el larguero para ir con ventaja a Dortmund

De un inicio con sabor a goleada a pedir la hora. El Atlético de Madrid se impuso este miércoles al Borussia Dortmund en la ida de cuartos de final de la Champions League y viajará la semana que viene, en apenas cinco días, con ventaja a tierras alemanas. Rodrigo de Paul y Samuel Lino dieron una buena ventaja al equipo rojiblanco en el primer equipo, pero los alemanes reaccionaron en el tramo final con el gol de Haller y dos disparos al larguero.

El Atlético arrancó a lo grande

Los colchoneros arrancaron como una apisonadora. No se cumplían los 2 minutos cuando Morata ya se había plantado solo ante el portero, algo lento el madrileño en el remate definitivo, bloqueado a córner. No se cumplían los 5 minutos cuando Rodrigo de Paul aprovechaba un regalo de Maatsen en la frontal, zona prohibida, para robar y empujar la pelota a la red. Y apenas se llegaba a la media hora cuando la defensa alemana se hacía un lío, Morata robaba y Griezmann asistía de maravilla a Samuel Lino para hacer el 2-0.

La presión adelantada era tortura para un Dortmund endeble, indeciso, que sufría cada vez que la pelota merodeaba su área. El Atlético lo sabía, apretaba arriba y aprovechaba los errores de un rival que, tras el 2-0, intentó reaccionar. Adelantó sus metros y tuvo su mejor ocasión poco antes del descanso, pero Oblak sacó una gran mano al disparo de Maatsen desde la frontal.

Del 3-0 de Correa a casi el 2-2 de Brandt

Ya en esos minutos finales de la primera mitad se vislumbraba lo que sería la segunda. Terzic movió finas y el Dortmund dio un paso adelante importante e imponente, avisando a Oblak con disparos en los primeros minutos de ese segundo acto.

La traca final llegó en el último cuarto de hora. Kobel evitó el 3-0 de Lino con una parada espectacular a bocajarro y, ya en el 81', Haller anotó el 2-1 tras un despeje al aire de Nahuel Molina. El Dortmund apretó en los últimos minutos y el Atlético se alió con la madera: un disparo de Bynoe-Gittens en el 87' lo desvió Azpilicueta al larguero y, ya en el 96', Brandt envió un cabezazo a la cruceta justo antes de que el árbitro pitara el final y lo dejara todo abierto para el Signal Iduna Park.