Jack Grealish: talento a fuego lento

Los futbolistas son personas. Es una perogrullada, pero no siempre se asocian los dos términos como se debería. También tienen problemas, preocupaciones, distracciones y variables que suponen vallas en su carrera deportiva. No todos tienen la misma personalidad ni alcanzan la madurez al mismo tiempo. Pero cuando el talento está ahí, a poco que encuentre una rendija, acaba saliendo de una manera u otra. Y ese es el caso de Jack Grealish, el futbolista al que hoy analizamos en ElDesmarque.

La tragedia marcó la infancia de un chico de Birmingham que perdió a su hermano pequeño cuando tenía cuatro años. Sin embargo, Jack decidió utilizar el fútbol como vía de escape, jugando, por supuesto, en su Aston Villa.

Desde la Academia del club hasta el primer equipo. Todos tenían claro que había talento y que, de alguna forma, había que explotarlo. Pero no fue sencillo. Episodios con fiestas o imágenes suyas tirado en una calle de Tenerife durante sus vacaciones no le ayudaban a dar pasos adelante en su progresión.

Maduración y superstición

Pero la madurez llegó. Y aquel niño que empezó desde muy pequeño con un sueño, acabó convirtiéndose en el capitán del Villa y devolviéndolo a la Premier. Añadiéndole, además, una intrahistoria de superstición que dio la vuelta al mundo: jugó el partido decisivo del play off con unas botas prácticamente rotas. "Volví de una lesión y estas botas estaban nuevas a estrenar. Marqué dos goles y di un par de asistencias, y como se convirtieron en mis botas de la suerte, tuve que quedármelas".

Jack Peter Grealish (Birmingham, Reino Unido, 10 de septiembre de 1995) es un centrocampista ofensivo que se aleja un poco del prototipo del llegador inglés. Es un futbolista más técnico que físico, aunque no en unos términos muy distanciados. Diestro de naturaleza, potente en las conducciones y con una gran visión de juego. Su máximo nivel lo está alcanzando jugando con libertad posicionado en la izquierda para hacer diagonales y tener más espacio para el disparo, que es una de sus características más llamativas.

Es inteligente para entender el juego y el tempo de las decisiones. Su carácter luchador también le hace ser un jugador comprometido y sacrificado, algo que ha ido adquiriendo y mejorando con los años. Con una maduración a fuego lento, pero que ha llegado a un nivel suficiente como para convertirle en un jugador importante.

Irlanda e Inglaterra

Con 24 años, Grealish es la bandera del Aston Villa y uno de los mejores jugadores de la Premier 19/20, llamando la atención de los mejores clubes. De hecho, el mismo Manchester City de Guardiola anda siguiéndole la pista. Internacional en categorías inferiores por Irlanda (orígenes familiares) y por Inglaterra y con el gran objetivo de estar en la Eurocopa del próximo verano.