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El Burnley, ese pequeño 'David' que se codea con los 'Goliats' de la Premier

Daniel Herrera

"Si puedes soñarlo, puedes lograrlo". Eso dijo un buen día el escritor estadounidense Zig Zaglar. Pues bien, una pequeña ciudad inglesa, colindada por Manchester y Leeds, lleva soñando eternamente. Sus algo más de 73.000 habitantes fantasean con escuchar de nuevo el nombre del equipo de su tierra, el de toda la vida, en boca de todos los amantes del fútbol.  

Muy lejos quedan los héroes del 21 y la generación dorada del 60, aquellas dos plantillas que consiguieron levantar dos campeonatos ingleses. A día de hoy, añorar dicha época es algo irrisorio compitiendo contra gigantescos equipos construidos a base de talonarios. Sin embargo y contra todo pronóstico, el Burnley vuelve a estar de moda en el país donde se inventó el fútbol.
Si a los fieles aficionados que acuden religiosamente cada domingo al Turf Moor no les importaba la categoría en la que se encontraba su equipo para abarrotar su pintoresco estadio, imagínense el valor de su plantilla. El Burnley es el segundo equipo con menos presupuesto de la Premier League, pero el séptimo en la tabla clasificatoria con quince jornadas de campeonato consumadas.
Sean Dyche arribó en Lancanshire en 2012 y tan solo tardó dos años en devolver la exultación plena a los aficionados 'clarets': Su equipo regresaba a la élite. Sin embargo, unos meses más tarde se toparían de nuevo contra la cruda realidad. El Burnley volvía a segunda. Pero ni Dyche, ni su equipo, ni su gente se rindieron y una buena campaña en la Championship los devolvía a la Premier, para mantenerse con mucha entrega y sacrificio la temporada pasada.
Cuando parecía que les tocaría de nuevo unir fuerzas para sufrir hasta el final en la 2017/18, saltó la sorpresa. En la primera jornada los pupilos de Dyche dieron una auténtica exhibición de pegada ante el vigente campeón y se impusieron al Chelsea en Stamford Bridge por dos goles a tres. Lejos de convertirse dicha proeza en un espejismo, el Burnley no para de sumar puntos convirtiéndose en un fatigoso local y en un incómodo visitante.
El Turf Moor se inauguró en 1883, imagínense la cantidad de batallas que se han librado en este histórico estadio. Sin embargo, muy pocas han sido internacionales. Solo los más veteranos del lugar han visto al Burnley recorrerse Europa, y es que desde que en 1967 fuera apeado en cuartos de final de la extinguida Copa de Ferias por el Eintracht de Frankfurt, 'the clarets' no han vuelto a jugar contra los mejores del continente.
No obstante, Dyche y sus chicos están consiguiendo algo impensable hace unos meses y su leal afición ya sueña con volver a Europa. Empata a puntos con el Tottenham y está a solo tres del Arsenal, que ocupa el quinto puesto de la tabla, el cual da acceso a jugar la próxima edición de la Europa League. 550 y 510 millones de presupuesto contra 91. Pero cuando se juntan la magia del fútbol y la ilusión de una ciudad se crea una fascinante atmósfera invencible por momentos. Así es Burnley y el Burnley FC, ese pequeño David que luchará hasta el final con los millonarios Goliats de Inglaterra.

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