Primera lucha de egos en el vestuario del PSG

Poco ha durado la armonía entre las estrellas del PSG. Al menos de puertas para afuera, ya que en el partido de los parisinos frente al Olympique de Lyon, Neymar y Cavani escenificaron la pelea por convertirse en la referencia del equipo.

 
Hasta en dos ocasiones, brasileño y uruguayo tuvieron una batalla dialéctica para ser la primera opción a balón parado. Los de Unai Emery se llevaron la victoria ante uno de los mejores equipos de la Ligue 1 para seguir como líderes en Francia, aunque la imagen que quedó fue la del mosqueo entre Cavani y Neymar.
Nada más comenzar la segunda mitad, Neymar provocó una falta en el borde del área, y pronto Cavani fue a por la pelota para buscar el gol que sería el 1-0 en el marcador. Sin embargo, Alves fue el que logró atrapar la pelota, y en lugar de buscar él mismo el lanzamiento, escondió el balón ante el uruguayo para acabar dejándole la pelota a su amigo Neymar, que terminó lanzando y se encontró con la respuesta del meta rival Lopes.
Alves intentó justificarse tras el partido con unas palabras que han dejado incredulidad entre los fans: "Iba a pegarla yo. Cogí el balón para tirar la falta, porque ya hice algunos golazos. Cogí el balón para intentar chutar, pero desafortunadamente no pude". En las imágenes se ve cómo el lateral coloca la pelota para después marcharse y dejar a Neymar y Draxler perfilados para el tiro.
La polémica siguió a poco del final con una pena máxima provocada por Mbappé. El último fichaje parisino se quitó de en medio y ahí fue Cavani el que insistió en adueñarse del lanzamiento a pesar de las protestas de Neymar. El uruguayo terminaría tirando el penalti y Lopes despejaría la pelota.
Emery habló tras el partido sobre esta circunstancia, e intentó quitar hierro al asunto: "Vamos a arreglarlo en el grupo, hay varios jugadores que pueden tirar los penaltis. Los dos son capaces de tirar los penaltis y no hay una jerarquía. Si no hay acuerdo entre los dos, tomaré una decisión". Tras un mes de competición, surge la primera lucha de egos, algo a solucionar cuanto antes en París si no quieren ver dinamitado el vestuario.