Janire Karrikondo, cuidadora de personas con parálisis cerebral, debutará en K1 en La Casilla

La basauritarra Janire Karrikondo subirá al ring en el combate de apertura de la velada de boxeo y K1 profesional del próximo viernes 23 de junio en el Pabellón de La Casilla de Bilbao. Se medirá a la gazteiztarra Naiara Fernández en un combate pactado en el límite de los 52 kilos y a 3 asaltos de 3 minutos. En este momento no hay más de dos o tres peleadoras de K1 profesional en activo en Euskadi, lideradas por la alavesa Nekane Alda, con lo que el debut de Karrikondo supone un paso adelante importante.

Janire reside en Basauri, entrena en la potente escuela de K1 de Elite Sport de Etxebarri, y le precede un prestigio de peleadora muy agresiva. Su faceta deportiva contrasta con su modo de vida fuera del gimnasio o el cuadrilátero. “Trabajo con personas que tienen parálisis cerebral actualmente en el ámbito residencial; estudié mientras trabajaba en tiendas de ropa; saqué el grado medio de atención a personas en situación de dependencia y, seguido, el grado superior en integración social.” explica.

De niña probó diferentes deportes y montó a caballo entre los 6 y los 12 años. “Pero siempre me sentí atraída por los deportes de contacto, hasta que un día decidí dar el paso y probar; ha sido una de las mejores decisiones que he tomado”. se congratula.

La basauritarra Janire Karrikondo se hace profesional de K1

Empezó a entrenar KickBoxing con 17 años. Ahora, casi una década después, saltará al K1 profesional. “Es un paso importante en mi carrera deportiva y requiere una gran preparación, constancia y dedicación. Quiero exprimir mi potencial como deportista”, afirma.

“Me encuentro en uno de mis mejores momentos a todos los niveles. Tengo muchísimas ganas de este ebut. Me siento fuerte y muy bien preparada. Debutar en la casilla es el sueño de cualquier deportista local. La Casilla es un sitio de referencia para los deportes de contacto. Tengo la fortuna de haber peleado como deportista amateur allí y realizar mi debut en el mismo lugar”, explica. “Estamos acostumbradas a salir a pelear fuera y siempre es un honor poder hacerlo en casa, rodeada de tu gente”, concluye.