El mundo del deporte vuelve a verse sacudido por un grave caso relacionado con la intimidad y la seguridad de menores. Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado 7 de julio a Pepe Motos, exportero del Club Natació Terrassa y exinternacional con la selección española de waterpolo, como presunto autor de unas grabaciones ilegales a menores en los vestuarios de las instalaciones del club. La investigación policial continúa abierta y ha causado una gran conmoción en el entorno deportivo catalán.
Los hechos salieron a la luz cuando, el 2 de julio, una menor descubrió un agujero sospechoso en una pared del vestuario femenino que escondía una cámara. El club informó inmediatamente a las autoridades y colaboró con los Mossos d'Esquadra, quienes días después detuvieron a un hombre, más tarde identificado como Pepe Motos. El exguardameta, de 32 años, había abandonado el primer equipo del CN Terrassa el pasado mes de mayo, tras cinco temporadas en el club.
Según las informaciones del Diari de Terrassa, Motos habría instalado el dispositivo de grabación de forma premeditada, aprovechando su conocimiento de las instalaciones. El caso está siendo investigado por presuntos delitos contra la intimidad y la libertad sexual.
El CN Terrassa ha actuado con firmeza desde el primer momento. El club no solo interpuso la denuncia ante los Mossos, sino que activó sus protocolos internos de protección a menores y prohibió el acceso a las instalaciones al exjugador. Además, se ha personado como acusación en el procedimiento judicial con el objetivo de defender los derechos de las deportistas afectadas.
En un comunicado, el club expresó su “condena rotunda a cualquier conducta que atente contra la dignidad, la intimidad y la seguridad de las personas”, reafirmando su compromiso con la protección de niños y adolescentes.