Gabriel Paulista pide perdón tras su entrada a Vinicius: "No estoy orgulloso"

Gabriel Paulista ha roto su silencio horas después de su expulsión por la dura entrada a Vinicius Junior con el siguiente mensaje a la afición: "Acepto la crítica y la tarjeta roja, no estoy orgulloso. Soy un jugador contundente, pero noble. Respeto a Vinicius y no fue nunca mi intención hacerle daño. Estamos sufriendo mucho en este gran club, viviendo una situación muy difícil y los sentimientos están a flor de piel. A veces resulta difícil controlar los nervios. No los controlé y pido disculpas de corazón. Lo siento afición. Vamos a seguir peleando hasta el final por revertir esta situación. Que nadie dude de nosotros". El acta de Alberoja Rojas no perdona y le pueden caer mínimo dos partidos.

Lo ha hecho en sus redes sociales, muestra de que el central valencianista está arrepentido de lo que hizo ayer. Como dijo Voro en rueda de prensa, Gabriel tiene que ser un ejemplo y eso empieza desde el hecho de haber pedido perdón. "Estoy de acuerdo contigo de que tiene que ser un ejemplo. Está claro que se la ha ido la cabeza porque es una patada a destiempo por la frustración. Lo tenemos que atajar radicalmente porque necesitamos a todos los jugadores. Voy a hablar con él que esto no se va a repetir. Lo achaco a momento de frustración y que se la ha ido la pinza", comentó el de L'Alcúdia.

No fue la única respuesta sobre la expulsión: "Yo creo que ha sido una acción fruto de la impotencia o del nerviosismo. Ha cometido un acto fruto de la desesperación por ir perdiendo. Una tarjeta roja que ha dejado al equipo con uno menos. Íbamos 2-0 perdiendo y si ya antes era complicado, después imposible. Estas cosas no se pueden volver a producir y dejar al equipo con uno menos. Voy a hablar con él para que esto no suceda". Preguntado por lo primero que pensó al ver la acción, respondió lo siguiente: "Impotencia. Veo una acción donde entra a destiempo con una patada. Yo también he sido jugador y hay momentos donde sientes eso y te tienes que parar. Se le ha ido la cabeza fruto de la impotencia. En el terreno de juego suben las revoluciones y todo el mundo se tiene que controlar. Ha cometido un error".

La expulsión de Gabriel Paulista