Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Piccini vuelve al lugar del crimen y ahuyenta las meigas

Expandir v
Xema Tarazona

Tras únicamente 223 minutos jugados en competición oficial en las últimas 3 temporadas (75 en la 2019/20, 123 en la 2020/21 y 25 en la 2021/22), Cristiano Piccini, ahora sí, puede sentirse futbolista de nuevo. Con tres años de un auténtico calvario a su espalda -y a su rodilla-, el italiano volvió este domingo a ser titular con el Valencia CF 27 meses y medio después ante el Celta de Vigo en la jornada 16 de LaLiga Santander. Casualidad o no, su vuelta al once se produjo en el lugar donde empezó su periplo de lesiones. Un 24 de agosto de 2019, en Balaídos, sufrió su primera de las lesiones en la rodilla. El resto es historia.

Pues el defensor pudo jugar hasta el minuto 70, pero se notó que todavía le falta mucho rodaje. En la primera mitad, estuvo bien desde el punto de vista defensivo, pero no se prodigó nada en ataque. Se notó que va con una o dos marchas menos que sus compañeros. Despejó todo lo que le llegó en la complicada tarea de cubrir a Javi Galán, uno de los laterales más ofensivos de LaLiga. El Celta le buscó la espalda con asiduidad consciente de sus pocos minutos en las últimas campaña.

Piccini vuelve a Vigo

Tocado, pero no hundido

El cuerpo le aguantó a Piccini hasta el minuto 70. Era evidente que se estaba consumiendo con el paso del tiempo, cosa que ya se veía venir. Los 223 minutos de las últimas tres temporadas son muy pocos cuando se juega en el máximo nivel. Justo antes de marcharse, cortó un gran balón en largo a la espalda de la defensa.

Se marchó tocado -o más bien reventado-, pero no era un día para irse hundido. Si algún jugador debía estar contento en el terreno de juego, ese era él. Piccini parece ver ya la luz al final del túnel y solo queda que las lesionen le respeten.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar