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Ocampos y el último lío de Monchi en el Sevilla: "Con Isco no hablé; no creo que haga tal cosa porque va al Betis"

Basilio García / Kiko Hurtado / Carlos Molina

Lucas Ocampos como director deportivo. ¿Se lo imagina? Pues según ha desvelado el argentino en su entrevista en exclusiva con ElDesmarque es una de las ideas que tiene para cuando deje el fútbol. En ese sentido, una de las personas que más admira, como no podía ser de otra manera, es Monchi, al que tiene como referente, después de casi cuatro temporadas juntos en el Sevilla FC.

En este sentido, Ocampos ha valorado sin pelos en la lengua la noticia que saltó durante el mes de julio, en la que Isco acusaba a Monchi de haberle agredido en uno de sus últimos días en el Sevilla. En esos momentos, en pleno parón por el Mundial de Catar, el de Quilmes aún seguía en el Ajax, y eso le da una visión distinta. Pero tampoco ha querido escudarse en los manidos códigos de vestuario para no hablar de un tema complejo, y de paso pone sobre la mesa cómo son las tensiones en el seno de los equipos de fútbol. Según él, positivas siempre y cuando no se sobrepasen unos límites.

- Ha llegado Víctor Orta a la dirección deportiva. ¿Se le nota la escuela de Monchi?

- Es diferente, porque es difícil hoy hablar de Monchi sin pensar que compartí casi cinco años con él, otra confianza, fue el director deportivo que me trajo. Siempre tuve una relación, fue una persona con la que choqué siempre mucho, porque su personalidad era muy fuerte, la mía también, entonces siempre chocábamos desde la parte del respeto. Siempre tuve una gran admiración por él, creo que se lo dije, que me gustaría dejar el fútbol y ser director deportivo y que mejor que tener a Monchi en casi la mitad de mi carrera en un club. Dejó muy buenas impresiones en mí, tanto como director deportivo como persona.

- Usted coincidió solo un mes con Isco, pero hace unas semanas hablaba de una disputa con Monchi. Que lo cogió del cuello. ¿Cómo ha sentado que un excompañero, que compartió vestuario con ustedes, hablase así del Sevilla?

- Con normalidad ¿Quién soy yo para juzgar a la gente que quiera sacar algo a un día de que haya pasado o tres meses? Cada persona es como es, yo hablo todavía del Ajax y pasaron como cuatro meses, no soy quién para juzgar a nadie. Cada uno vive con la tranquilidad de lo que hizo. Ellos dos sabrán lo que pasó. Yo la verdad no estuve, si no te diría que estuve, o evitando la pregunta, pero no estuve y no sé qué pasó. A mí en el vestuario me pueden contar un montón de cosas, pero tienes que escuchar las dos campanas, y con Isco no hablé. A mí, en lo personal, ningún problema. Cada uno hace lo que quiere, lo que sienta en su momento, y capaz que necesitaba un tiempo para hablarlo y lo habló cuando se sintió cómodo, o no, capaz que lo hizo con algo atrás, no tengo la menor idea. La verdad, siento mucho el Sevilla, y esto es algo que la gente del día a día siente, me siento una persona que siente mucho el escudo, la gente y todo, pero no critico al bético por ser bético. No busco la mala intención porque uno del Betis o el Sevilla… Isco para mí está súper identificado con el Madrid más que con otro club, no creo que haga tal cosa porque va al Betis. Si lo hizo, él sabrá. Cada uno sabe lo que hace y lo que siente y se debe sentir bien consigo mismo.

"Cada uno hace lo que quiere, lo que sienta en su momento, y capaz que necesitaba un tiempo para hablarlo y lo habló cuando se sintió cómodo, o no, capaz que lo hizo con algo atrás, no tengo la menor idea"

- Se habla mucho de códigos de vestuario, pero también de que las disputas están en el día a día de los equipos de fútbol.

- No hablo, porque capaz que se malinterpreta después, de lo de Isco y Monchi. Hablo de cosas que me han pasado a mí. Yo me he peleado con compañeros, de casi llegar a las manos o he llegado a las manos, porque se vive en una tensión, a mil por hora, y después estábamos comiendo juntos. He jugado con un jugador en el Marsella, que también jugó acá, capaz que después lo saquen, que me llevo muy muy bien, que en un entrenamiento nos agarramos, tampoco salvaje. Se separó y ya está. Al terminar el entrenamiento, nos bañamos, vamos a comer juntos y pasa. Me debe pasar a mí, a ustedes, y de llegar a la discusión o al empujón. No hace falta que terminen los dos sangrados, eso nunca lo vi, literal, nunca vi un jugador o un entrenador que le meta una piña a otro y terminen sangrando. Ahí hablo del límite del respeto. Hay un momento que se pierde el respeto y no puedes convivir con una persona que le rompiste un ojo. El forcejeo y eso, me ha pasado, que esté bien o mal, cada uno lo juzga depende de lo que pasó. Con el compañero que discutí fue por una patada, no fue algo excesivo. Pasa en todos los trabajos, que esté bien o esté mal lo miden las dos personas que hicieron eso. Tampoco hago apología de que hay que pelearse todos los días, en un entrenamiento o un vestuario, porque si no, no funciona. Estoy hace cinco años acá y nunca vi que nadie le diera una piña a nadie y gane dos títulos. Eso no mide que las cosas vayan bien o vayan mal.

Lucas Ocampos, en su entrevista con ElDesmarque (Foto: Kiko Hurtado).

- Muchos entrenadores dicen que prefieren que sus jugadores se enfaden cuando les cambian. Asimismo, también debe haber muchas discusiones en el vestuario.

- Miles. Miles, miles, miles. ¿Qué seríamos como grupo si no nos decimos las cosas en la cara? ¿Qué sería yo si tengo un problema con vos y hablo con él atrás tuya? Esto se sabe. Los grupos se terminan rompiendo por esas cosas, prefiero decirte las cosas claras, bien, con respeto, y si tenemos que gritarnos nos gritamos. Con el Huevo Acuña me peleo dos partidos de por medio, me grito, me puteo y nos decimos… no lo voy a decir que estoy en cámara. Y después todas las mañanas tomo mate con el Huevo y como asado con su familia y la mía. Eso no mide que te lleves bien o mal con una persona. Es parte de lo laboral, y en el fútbol hay cosas que en otros trabajos capaz que no hay, por eso a la gente le gusta tanto. No todo el mundo lo hace y el que opina de lo que puede pasar adentro de un vestuario, no siendo jugador de fútbol, no viviendo la experiencia que se vive... es lo mismo que yo opine de una persona que trabaja en la bolsa, de un pintor, o de mi padre que era albañil. No puedo opinar, porque no viví eso, no sé cómo se vive. El jugador de fútbol vive, en los partidos y los entrenamientos, a mil revoluciones. Yo parezco un loco en la cancha, siempre lo digo y mi mujer se ríe, yo parezco un enfermo mental, que va y pelea con todo el mundo, y despues soy una persona super normal. No tengo problemas con nadie y si me encuentro con cualquier persona soy totalmente tranquilo. La gente piensa que acá en Sevilla nos matamos con los del Betis, que si nos vemos nos chocamos los coches, y yo me cruzo con todo el mundo, como con Guido, tomo mate con Pezzella y si me cruzo con Borja Iglesias o Fekir los saludo como a un colega más. Eso no existe.

"Con el Huevo Acuña me peleo dos partidos de por medio, me grito, me puteo y nos decimos… no lo voy a decir que estoy en cámara. Y después todas las mañanas tomo mate con él y como asado con su familia"

- Esa locura, también se traslada a la grada, y a Ocampos le motiva especialmente.

- ¿A quién no? Cuando el campo ruge, como el día del Manchester o la Juventus, te da ese empujoncito de hacer un pique más, a llegar al fondo, a tirarte a los pies del rival para sacar una pelota. Eso hace grande a este equipo y tuve la suerte de jugar en dos clubes mucho tiempo, en el Marsella y en el Sevilla, que tenían una mentalidad un poco parecida y lo disfruté un montón.

La emoción de Lucas Ocampos con la afición en el Sevilla-Manchester United (Foto: Kiko Hurtado)

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