Gudelj se hace fuerte

Cuando todo parece abocado al horror, siempre aparece el más valiente. El Sevilla FC, tras el empate ante el Villarreal (1-1), continúa sumergido en ese constante y frustante negativismo, en esa falta de ideas y recursos, en ese sentimiento de echar de menos lo anterior. Y aquí Gudelj se ha hecho fuerte.

Con el equipo aún intentando coger la "velocidad de crucero" que tanto promete Julen Lopetegui, son cuatro los hombres que se han ganado el reconocimiento de los suyos. El primero, por calidad e implicación, Isco, los dos siguientes, por ser canteranos y cumplir en este delicado momento, Carmona y Kike Salas, y el cuarto, y no menos importante, Gudelj.

El serbio pasó gran parte de la pasada temporada sumergido en una constante suplencia y este verano parecía estar llamado a salir del Sánchez-Pizjuán. Pero Lopetegui apostó por él.

Con la defensa débil y tambaleándose, la experiencia del que jugase en China se hizo fuerte y acompañado de los dos canteranos consiguió dar algo de estabilidad a una torre que no tiene cimientos.

Este domingo, ante el Villarreal, Gudelj fue capaz de ser de los mejores de los suyos tanto en el eje defensivo como en el mediocampo. Acabó con molestias, acabó apretando los dientes y mirando el marcador mientras agonizaba el partido, pero acabó siendo, como decíamos, uno de los mejores de su equipo.

Mientras Isco brilla en los metros finales, él se hace fuerte en la retaguardia. La recuperación de Marcao, el crecimiento de Nianzou y el protagonismo de los canteranos le coloca, en la lógica, como suplente a finales de curso, pero el fútbol ha demostrado que entiende poco de lógica y mucho de valentía.

Y en eso se agarra Gudelj.