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Elogio al 'unocerismo'

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Deletree conmigo: P E R I O D I S T A

La única verdad del fútbol está en el resultado. No hay más. En seis días, en dos encuentros ligueros de máximo compromiso, el Sevilla FC ha demostrado la cara y la cruz de esta afirmación tan palmaria como alejada del romanticismo. Si en el Santiago Bernabéu fue mejor ante un Real Madrid que aprovechó los detalles para llevarse una inmerecida victoria, este sábado ante el Villarreal CF el equipo de Julen Lopetegui se ha puesto el traje que mejor sabe llevar, el del equipo sufridor.

Con el de este sábado, 4 de diciembre de 2021, el Sevilla FC de la vitola de Julen Lopetegui ha ganado 27 partidos por 1-0. En todas las competiciones, fuera o dentro, el ‘unocerismo’ como verdadera forma de vida representado en el 36% de los triunfos sevillistas con el de Asteasu en el banquillo.

Guipuzcoanos ambos, la trayectoria de Lopetegui en el banco local del Sánchez-Pizjuán es constantemente comparada con la de su paisano Unai Emery. Apenas 40 kilómetros separan Asteasu de Fuenterrabía, con San Sebastián en el centro para todos los guipuzcoanos normales. Emery y Lopetegui juntan sus caminos ahora en el banquillo de Nervión. Apenas una decena de metros de dos espejos, de dos técnicos acostumbrados al malabarismo de la victoria por la mínima y la defensa a muerte de lo obtenido. De una leyenda como entrenador del Sevilla -el mejor de la historia para algunos como el que suscribe- y de una realidad que va camino de superar a su paisano y a todo el que se le ponga por delante. 

De una leyenda como entrenador del Sevilla -el mejor de la historia para algunos como el que suscribe- y de una realidad que va camino de superar a su paisano y a todo el que se le ponga por delante.

Siendo fiel a una forma de jugar, a un fútbol aguerrido en el que la lucha no se negocia. La calidad, la clarividencia y la filigrana no siempre están presentes, pero sí el equipo que se agarra a sus posibilidades como a un último clavo ardiendo. Un conjunto de jugadores tocados, llenos de bajas, y con demasiados kilómetros en las piernas a estas alturas de temporada, que aunque se vean superados físicamente derrochan hasta la última gota de sudor para defender un marcador favorable. Exiguo, pero favorable, que vale igual el 1-0 que el 10-0. A muchos les gusta aquello del jogo bonito y lo defienden como bandera. Pero a todos lo que más les gusta es ganar, incluido a ellos. Como sea.

Unai Emery y Lopetegui se saludan antes del Sevilla-Villarreal (Foto: Kiko Hurtado).

Sólo así se explica que el Villarreal embotellara al Sevilla entre el minuto 70 y el 80, pero que a partir de ahí los amarillos no fueran capaces de asomarse con peligro al área de Bono, ni siquiera en el excesivo descuento de seis minutos más uno que se sacó de la manga Del Cerro Grande. ‘Unocerismo’, decíamos, en estado puro. Hay quién sufre demasiado, pero tantos otros salen extasiados cada vez que ganan así…

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