Fernando Reges: mando y experiencia al servicio de Lopetegui

El octavo de Monchi en el verano de 2019 se llama Fernando y es brasileño. No es un desconocido en el mundo del fútbol y su currículum lo confirma con la presencia de clubes con un peso importante a nivel internacional y un bagaje considerable.

Llega con un perfil muy marcado y con un rol aún más definido. Tiene que ser el ancla, el sostén y, en las ocasiones en las que le toque, el inicio del juego. Una posición que en el Sevilla FC 18/19 nunca tuvo una figura destacada y estable, entre otras cosas porque Gonalons estuvo más tiempo en la enfermería que en el césped. Y Roque Mesa no cumple con esas características específicas. Ni ancla, ni sostén.

Por eso Monchi se sentó con Lopetegui y decidieron rápido: Fernando.

Fernando Reges (Brasilia, 25 de julio de 1987) es un mediocentro defensivo con un físico muy poderoso. Es un especialista en el puesto de ‘5’. Conoce el oficio y sabe utilizar sus condiciones para obtener ventajas, sobre todo a la hora de proteger el balón y ganar duelos. Resulta verdaderamente difícil robarle una pelota. Siempre bien colocado, es un futbolista con personalidad y una experiencia que se ha ganado a base de buenas actuaciones.

Apodado ‘El pulpo’, Fernando tiene una gran capacidad para robar y para barrer todo lo que pase por su zona. Ocupa mucho espacio sobre el terreno de juego y eso beneficia a sus compañeros (ya sea en doble pivote o con interiores). No se pierde en conducciones estériles o en regates peligrosos, ya que tampoco es un futbolista exquisito técnicamente. Suelta el balón fácil, rápido y con sentido, tanto en corto como en largo.

Aunque es cierto que en esta última etapa en el Galatasaray ha disfrutado de más libertad de movimientos cuando ha jugado con RyanDonk (más posicional) en el doble pivote o como acompañante de Belhanda en un 4-1-4-1 por delante del holandés. Con el teórico 4-3-3 de Julen Lopetegui, el brasileño tendrá que volver a priori a un rol más de equilibrio para el equipo.

Desde el Vila Nova FC hasta el Sevilla FC, pasando por el Estrella Amadora, el Oporto, el Manchester City o el Galatasaray. Con más de 400 partidos y casi 80 en competición continental, Fernando se ganó un nombre en Portugal con un excelente rendimiento en Do Dragao –donde dejó una exhibición ante el propio Sevilla-. Un rendimiento que le llevó a la Premier de la mano del City, club en el que fue de más a menos. La llegada de grandes jugadores y de Pep Guardiola fueron claves en esto.

En sus dos años en Turquía lo ha jugado todo (salvo tramos de lesiones) y se ha convertido en una pieza fundamental. Nadie quería su salida.

Ahora vuelve al primer escalón competitivo, a un campeonato duro y a un club exigente, pero el de Brasilia es un jugador inteligente. Monchi buscaba rendimiento inmediato para esa posición tan importante. Nada de experimentos (pensando en revalorizarlos) o melones por calar. Un equipo roto en el campo es un equipo muerto. Por eso llega Fernando, para coser, mandar e intentar hacer al Sevilla un equipo con personalidad y empaque.