Poco más de 48 horas son las que quedan para que la ventana invernal de traspasos llegue a su fin y el Real Zaragoza todavía tiene trabajo que hacer. La lentitud con la que se está moviendo el mercado está provocando ciertos retrasos, por lo que todo apunta a que las últimas horas del mercado serán frenéticas para el club aragonés, que hasta el momento ha cerrado la llegada de Edgar Badia y la cesión de Marcos Luna al Real Unión de Irún.
Durante el mes de enero, los nombres más repetidos en clave zaragocista han sido los de Raúl Guti y Tiago Bebé. El centrocampista, cuyo deseo es volver al lugar que le vio nacer como futbolista, está muy cerca de recalar en la entidad zaragocista. Cordero está jugando todas sus cartas y el regreso del zaragozano podría darse en las últimas horas del mercado.
Con Bebé el asunto es diferente. La intervención del presidente del Rayo Vallecano, así como el avance de Cabo Verde en la Copa África no han hecho más que demorar una operación que se antoja muy complicada en estos momentos. Aun así, Juan Carlos Cordero apura todas sus opciones para encontrar la manera en la que desbloquear la llegada del extremo.
Otra de las posiciones para la que se están buscando refuerzos es la del lateral izquierdo. La lesión de larga duración de Nieto y los constantes problemas físicos de Lecoeuche han hecho que el Real Zaragoza acuda al mercado con el ánimo de cerrar la llegada de un lateral zurdo que mitigue los incesantes quebraderos de cabeza en esa posición.