La pesadilla y el misterio de Papunashvili

29 de septiembre. Durante el Albacete-Real Zaragoza, un rival, Acuña, golpea con fuerza el balón. El esférico se estrella contra la pierna izquierda de Giorgi Papunashvili, quien cae fulminado, dolorido. Lo que pareció un lance sin importancia ha acabado convirtiéndose en un quebradero de cabeza para todos. El tobillo de Papu quedó maltrecho, y se tuvo que ir del campo. Ahora, pasan las semanas y el jugador no reaparece. A veces, amaga, se entrena con normalidad. Pero no tarda en caer de nuevo. Una pesadilla por el sufrimiento del jugador; y un misterio, pues nadie sabe cuándo puede volver.

¿Qué le pasa exactamente a Papu? Ni Lucas Alcaraz tiene la respuesta. El técnico granadino fue inquirido en rueda de prensa la semana pasada sobre una posible vuelta del georgiano para el partido contra el Elche. Y lo que dijo no fue para nada claro.

"Bueno, él anda todavía ahí con un dolor residual porque hay recuperaciones que son más lineales y otras que tienen altibajos. (...) Tenemos que ver si está...", explicaba Alcaraz el viernes 26. El nuevo entrenador incluso dejaba la puerta abierta a que pudiera jugar 90 minutos. "Tenemos que ver si está para disputar un tramo de partido completo o solamente algunos minutos o parte del encuentro, y en ese sentido no tengo certeza de en qué situación está y habrá que decidir en base a lo que veamos", aseguraba.

Lo que debieron ver al día siguiente no debió ser nada halagüeño. El mediapunta no fue ni convocado. Que en el primer entrenamiento de esta semana no haya estado, no ayuda ni mucho menos a despejar las dudas. La sensación es de que puede pasar cualquier cosa. De lo contrario, ¿cómo es posible que las opciones durante estos días hayan ido desde que juegue un partido de Liga entero hasta que no vaya convocado ni entrene? Un misterio que el aficionado zaragocista quisiera ver despejado cuanto antes...

Desde aquel lance de Albacete, Papu ha llegado a entrenar con normalidad. Se esperaba que pudiera estar contra el Tenerife. Incluso si nos vamos más atrás, se habló de que jugara contra Osasuna a principios de octubre, ya que no viajó con Georgia durante las fechas FIFA. Al final, la nada más absoluta. Una pesadilla que se prolonga para un jugador que estaba llamado a marcar las diferencias.