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Es Noticia

Huracán avispa

Á. Montaner

Una de las frases más manidas del mundo del fútbol es el clásico 'a entrenador nuevo, victoria segura'. Se ha cumplido el dicho con César Láinez, pero además se ha hecho a lo grande. La valentía a la hora de hacer el once le ha salido bien al zaragozano que resolvió el partido del Martínez Valero con una primera parte para el recuerdo, una de las mejores que ha tenido el Real Zaragoza esta temporada. No en vano, al descanso se marchó ganando con un contundente 0-3. 

El Real Zaragoza hizo una primera parte casi perfecta. Con cosas que mejorar, por supuesto, pero con unos números impecables. Cero goles encajados y tres goles marcados que le dieron cierta tranquilidad en la primera mitad. El equipo dio otra imagen. Con un Javi Ros imperial, el equipo volvió a apostar por jugar el balón por el suelo. De hecho, dos de las tres dianas que materializó el equipo aragonés fueron con buenas jugadas, con pases de tiralíneas. 
En el primero, Isaac se inventó un buen recurso para superar la presión de los atacantes ilicitanos. Tras esa maniobra, ya casi en la medular, lanzó un buen balón profundo para la carrera de Ángel que, aunque le dio demasiada emoción, acabó acertando con la portería rival. Algo similar ocurrió en el tercero. En esta ocasión, fue Javi Ros el que se disfrazó de asistente. De nuevo fue Ángel el que mandó el cuero a la jaula. 
A eso, hubo que sumarle el buen gol que se fabricó Jorge Pombo. Tuvo cierta fortuna, sí, pero la realidad es que el balón terminó entrando y convirtiéndose en el 0-2. Esos fueron los tres goles, pero hubo más oportunidades. Porque Ángel merodeó el gol en otras dos ocasiones. O Pombo, que mandó un balón alto después de otro buen pase de Javi Ros. En definitiva, el equipo tuvo otra actitud. Haciendo honor a su indumentaria sobre el césped fue algo así como un huracán avispa. 
 

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