El Real Valladolid volvió a no ganar en casa, esta vez ante el Málaga CF con un 1-1 en un encuentro con varias ocasiones claras locales al inicio de la segunda parte y no exento de polémica en varias acciones en contra del conjunto blanquivioleta un partido más.
Amath Ndiaye fue agarrado y derribado dentro del área sin que Alonso de Ena Wolf señalara penalti. Tras ese córner, en la siguiente jugada, hay un posible mano también dentro del área. Además, Peter Federico González sufrió una dura patada en la rodilla al inicio del segundo acto, mientras que, en la segunda parte, Carlos Puga tocó el balón con el brazo dentro del área en su intento de jugar la pelota con la cabeza. También Ibrahim Alani vio la segunda amarilla por un golpe con su brazo en el rostro de un contrario.
La primera de todas fue la acción de Amath, con 0-0 y en el minuto dos de partido. El senegalés percutía por la izquierda cuando Puga le agarra, estirando mucho la camiseta como se puede ver en la imagen. En su intento por pararle, se tira al suelo, donde acaba derribando al atacante del Pucela con su espalda. Agarrón y derribo, lo que generó un saque de esquina en el que Adrián Niño parece que toca el balón con su brazo tras el cabezazo de Marcos André de Sousa. La toma ofrecida por la realización no fue muy buena, pero el rostro del jugador visitante le delata y acerca más la acción a la pena máxima.
Ya en el segundo acto, Víctor García propinó una violenta patada a Peter Federico en la rodilla que se saldó con tarjeta amarilla, pero que perfectamente podía haber supuesto la tarjeta roja para el lateral del conjunto malagueño a 40 minutos del final. Instantes después, Puga intentó jugar con la cabeza un balón llovido, pero acabó impactando en su brazo que estaba bajando, aunque no ocupa más espacio del debido ni corta una acción clara hacia la portería rival.
En el tiempo añadido, Alani saltó a un balón aéreo e impactó con el brazo entre el cuello y el rostro de un rival, lo que supuso la segunda amarilla para el nigeriano, aunque se podía haber gestionado como un impacto que no es tan violento como parece.
No obstante, es común durante la temporada que el Pucela no proteste acciones que pueden ser de algo más ni saque rédito de hacer dudar al VAR para intervenir, como sí hacen otros equipos. De hecho, en este último duelo, fue llamativo lo poco que se tardó en revisar las jugadas desde la sala VOR, sobre todo algunas que parecían claras.