El Real Valladolid volvió a perder en casa, aunque esta vez en penaltis (2-4) y en el Trofeo Ciudad de Valladolid, empatando (2-2) en los 90 minutos. Un encuentro en el que Guillermo Almada dio la oportunidad a los menos habituales durante la competición liguera y estos dejaron aspectos positivos, pero también negativos sobre el césped del Nuevo Estadio José Zorrilla.
Del once inicial la noticia positiva es que Sergi Canós Tenés jugó 70 minutos y volvió a encontrarse con el gol. Además, Iván San José, Chuki dio las dos asistencias a sus compañeros para los dos tantos blanquivioletas, una a Tenés y la otra a Javi Sánchez en una falta, el balón parado fue colgado al área más de lo habitual.
También hay que destacar de manera positiva la libertad otorgada a Mathis Lachuer para descolgarse y buscar portería, lo hizo en un par de ocasiones. Al igual que Julien Ponceau cuando saltó al césped, que supo ir hacia delante y generó alguna ocasión para sus compañeros. Como casi siempre, los laterales estuvieron muy altos y percutiendo bien en ataque. Mario Maroto llegó varias veces a línea de fondo y puso buenos centros, igual que Álvaro Pérez Campo 'Trilli' que estuvo bien en ataque, aunque no tanto defensivamente.
Los mismos problemas de siempre: efectividad y errores en campo propio. El Pucela tuvo ocasiones, que acabaron desbaratadas por paradas o lanzamientos fuera, para hacer más de dos goles, pero desaprovechó una ventaja de 2-0 para dejarse empatar al filo del descanso y en el tramo final del encuentro.
Los fallos defensivos fueron de Trilli en el primer tanto al no seguir su marca y romper el fuera de juego en el primer tanto encajado, de Jaouab al no llegar a, al menos, incomodar, y de Aceves, que salió tarde y no pudo para la vaselina. En las primeras líneas de presión se dejó hacer en exceso permitiendo el pase en largo de ese 2-1. El empate llegó debido a un error grosero de Jaouab que dio el pase a un rival para provocar el gol de Antonetti. El central marroquí no rindió a mal nivel, pero ese error le penaliza.
Los penaltis tampoco trajeron cosas positivas para los blanquivioletas. Ponceau vio como se lo paraba Renán Ribeiro y Stanko Juric lo lanzó a las nubes para marcharse de la tanda de vacío y perder el Trofeo.
Lo mejór y lo peor del Pucela,lo mejór la subvención del Exmo. Ayuntamiento,y lo peor pues todo empezando por el poco ambiente el día la hora y el equipo y las pocas ganas de agradar ,poner a los que menos juegan es un arma de doble filo,ya se vio,Tenés y Arnu por encima de los demás y no es que los demás no jugaran pero en futbol no te puedes confiar y menos con un primera,en el primer tiempo se hilaron jugadas con peligro sin acierto,el segundo ya tubo otra lectura,fallos de control de balón,amistoso si pero con un regusto malo y se llevaron el trofeo para Lisboa,otro año será,si no se gana en Anoeta esto se puede poner feo para todos incluso para Quintana,esperamos que el Sr. Almada haya sacado conclusiones y se deje de pezolanadas no se meten goles y eso hay que solucionarlo desde YA.recetas hay y no en el médico de cabecera.SIEMPRE PUCELA.