El Real Valladolid fue recibido en el Nuevo Estadio José Zorrilla con un ambiente hostil hacia sus jugadores antes del partido contra el Granada CF en el feudo blanquivioleta. El equipo pucelano acabó ganando 2-1 con una buena segunda parte en la que llegaron los goles y que lleva al Pucela a engancharse, de nuevo, a la zona alta de la clasificación, situándose a sólo un punto del play off y a tres del ascenso directo.
No obstante, antes de este triunfo cocinado a fuego lento, la afición castigó al equipo con pitos para todo el grupo que saltó a calentar sobre el césped del recinto pucelano después del bochorno de caer eliminado ante un equipo de la Tercera División de la RFEF en la Copa del Rey Mapfre. Sin embargo, esta música de viento en el templo vallisoletano continuó al corearse la alineación por megafonía, con tres claros señalados por la afición, y durante el transcurso del partido con ciertos futbolistas.
Cuando resonó el nombre de Javi Sánchez en el Estadio José Zorrilla, la grada le ofreció una pitada que se alargó a los 45 minutos que estuvo sobre el césped porque Guillermo Almada le cambió al descanso. Lo mismo pasó con el propio entrenador, muy abucheado cuando se dijo su nombre, y con Juanmi Latasa, aunque la continuidad de estos últimos la provocó el propio delantero con una clara ocasión fallada en el minuto cuatro de partido.
Al final, se consiguió el triunfo y eso rebajó un poco la tensión que hubo durante el partido, como así manifestó Fondo Norte 1928 con un "estamos hasta los huevos" cantado cuando el equipo iba perdiendo 0-1. No obstante, la afición es soberana y tuvo claros sus señalados con tres nombres que sobresalen por encima del resto en una pitada general al equipo.