1-4: Goles a falta de fichajes
Después de una larga semana de entrenamientos, con 11 sesiones en las piernas de los futbolistas, el equipo de Sergio González recorría los apenas 30 kilómetros que separan Valladolid y Tordesillas para disputar el primer encuentro de la pretemporada. Por las circunstancias de trabajo previo, la entidad del rival y los pocos efectivos del Real Valladolid, el duelo era visto como un entrenamiento más y se alejaba mucho de la vitola de amistoso de relevancia.
Así, los pucelanos disputaban 90 minutos de juego, con innumerables cambios con los que, a falta de fichajes y caras nuevas, el equipo blanquivioleta explotaba los jugadores del Promesas y los goles. Con todo, una amplia victoria en el Campo de Las Salinas que, ciertamente, no ofrece grandes pistas de cuál puede ser el Pucela de Primera división.
Dos tempraneros goles
Tras los primeros 45 minutos, ambos equipos se marchaban al vestuario con la clara sensación de la diferencia de categoría de unos y de otros. Pese a las pocas caras profesionales en el bando visitante la distancia entre ambos conjuntos era obvia. La potencia de Chris Ramos, la verticalidad de David Mayoral, el temple de Toni Villa y la calidad de Antonio Domínguez marcaban las diferencias... y los goles.
Antes, incluso, de que Sergio realizara los dos primeros cambios a la media hora de juego, el Pucela ya se había distanciado en el marcador. Un tempranero tanto de Mayoral, tras una gran acción de Ramos, y un gesto de gran calidad de Domínguez rompían la igualdad.
Dejando a un lado los goles, el dominio fue blanquivioleta, pero dentro de la lentitud del juego que marcaba el cansancio del equipo pucelano y la diferencia entre ambos equipos.
Once del Real Valladolid en la primera parte: Jordi Masip (Samu Pérez, min. 30); Javi Moyano, Kiko Olivas, Mohamed Salisu, Moi Delgado; Anuar Tuhami, Alejandro Carrascal; David Mayoral, Antonio Domínguez; Toni Villa; y Chris Ramos (Miguel de la Fuente, min. 30).
Poco ritmo de juego
Cerrada la primera parte, y como era de esperar tras la sesión de esta misma mañana, Sergio realizaba una reforma casi total del equipo. Salvo por Samu Pérez, que jugaría media hora, y Antonio Domínguez, el Pucela variaba todo su once. Intercalando jugadores del primer equipo y del filial, Sergio González buscaba seguir acumulando minutos de trabajo y sensaciones entre sus jugadores.
Pese a todos esos cambios, con el regreso de Chris Ramos, el mejor del partido, incluido, el ritmo no mejoró. Si la primera parte terminó con un juego lento, pesado y sin grandes ocasiones, la segunda siguió por ese camino. Incluso se vio incrementado haciendo que el choque se hiciera largo para los dos equipos.
Con ese poco ritmo de juego, el encuentro entró en un cuarto de hora final muy intrascendente. Sin exigencia, ni de unos ni de otros, lo más novedoso fue el exceso de confianza de Mario Robles en una acción que costaba el penalti y el gol del Atlético Tordesillas. Los locales recortaban diferencias y rozaban el segundo hasta que en el tramo final Chris Ramos hacía el cuarto gol.
Ese cuarto tanto blanquivioleta define el gran encuentro del delantero gaditano y marca el primer amistoso del Real Valladolid en la preparación de la que será su regreso a Primera división, un duelo sin excesiva historia ni grandes conclusiones para el inicio liguero.
Once del Real Valladolid en la segunda parte: Samu Pérez (Isaac Becerra, min. 60); Antoñito Regal, Mario Robles, Fernando Calero, Nacho Martínez; Borja Fernández, Javi Pérez; Dani Pedrosa, Antonio Domínguez (Chris Ramos, min. 60), Pablo Muñoz; y Miguel de Fuente.