La importancia de la confianza

Nadie lo puede negar: Kiko Olivas marcó el gol más importante de la temporada del Real Valladolid. Su remate de cabeza en la goleada (0-3) en el Nuevo Estadio de Los Pajaritos en la final del play off de ascenso allanó mucho el sueño del equipo blanquivioleta. El tanto del futbolista malagueño eliminó muchas de las dudas que se tenían sobre él.

Indiscutible

La realidad es esa. Pese al rol destacado que el ex del Girona FC ha tenido toda esta temporada, nada se veía recompensada con un rendimiento acorde a esos números. Con Luis César Sampedro o Sergio González, Kiko Olivas fue indiscutible. Los casi 3.400 minutos de juego, repartidos en 39 partidos, dan fe de ello.

Pese a esa confianza, el rendimiento de Kiko Olivas no estuvo a la altura del juego hasta el último mes de competición. En su caso, ni la llegada de Sergio González dio el cambio. En el caso de Kiko Olivas, la metamorfosis se produjo cuando la competición apretaba. Fomentado por la unión con Fernando Calero, el '4' blanquivioleta expuso todo lo que se esperaba de él.

Una de las grandes apuestas de Miguel Ángel Gómez y, posiblemente, el jugador defensivo en el que más creía el director deportivo pucelano, supo estar a la altura cuando al competición lo pidió. En ese momento supo responder a las expectativas, aquéllas que había fomentado, trabajado y curtido gracias a la confianza que el Real Valladolid, en todos sus estamentos, tuvo en él. En las buenas y en las malas. En los buenos y en los malos momentos.

Nota - 6 (Bien)

El tramo final de temporada de Kiko Olivas y, sobre todo, el play off de ascenso que disputó le colocan en un buen lugar, pero el resto de la temporada, no. En ella ha estado marcado por las dudas y la incertidumbre. Mucho peso y muchos minutos, pero escaso rendimiento y confianza.

Por ello, el mencionado gol en Soria y su brillante resultado en las últimas fechas sólo le llevan a firmar un digna temporada en su primer año en el Nuevo Estadio José Zorrilla