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"Intentaremos remediar la situación en Vitoria”

Ángel Velasco B.

La emoción del debut aún le dura en la cara a Anuar Tuhami. Pese a que ya se estrenó la temporada pasada en un partido copero ante el Girona, el ceutí disputaba sus primeros minutos ligueros en el mundo profesional el pasado domingo ante el Lugo. El canterano cumplía el sueño de todo niño y lo va a recordar toda su vida.

 
“Me quedo con que fue un día muy especial para mí” decía. Se mostraba “muy contento” porque “tenía muchas ganas”.  Agradeciendo a Alberto López la oportunidad, Anuar afirmaba que lo vivido “es el máximo a lo que puede aspirar un canterano”. Recordando que “ya había ido unas cuantas convocatorias”, en ésta, tenía otras sensaciones. Con las bajas, por sanción de Boja Fernández y André Leão reconocía que “había muchas opciones” de vivir el sueño.

Tranquilidad

Afirmando que en Segunda “hay mucha más intensidad y calidad” porque “las categorías se notan”, no dudó en afirmar que “al final es fútbol”. Esa tranquilidad que muestra en el discurso fue inculcada por el entrenador antes de saltar al terreno de juego.
Las indicaciones del preparador vasco fueron claras. “Me pidió que aguantara el centro del campo” y “me dijo que aguantara la posición, que jugara fácil y que saliera a hacer lo que sé”. Ese voto de confianza se ha retomado tras el partido. Ambos han tenido otra conversación en la que el nuevo entrenador pucelano “me ha dicho que esté tranquilo, que sea inteligente y que siga trabajando”, según las palabras del ‘30’ pucelano.
Consciente de su lugar y de sus posibilidades, Anuar afirmaba que “yo estoy disponible” y que “si me necesitan, ahí estaré”. Realista en su discurso, Anuar afirmaba también que “si el míster dice que tengo que estar en el filial, ahí estaré”. Su futuro más inmediato no está seguro. Rotundo al asegurar que “solo me preocupo del día a día”, Anuar quiere.

Consciente

Anuar vive un sueño, como ya lo hizo la pasada campaña. Rubi le citó para la pretemporada y entrenaba con el primer equipo. Pese a todo, lo lastró: “El año pasado tuve una situación difícil con el filial” porque “al entrenar con el primer equipo, mi papel fue complicado”. Con ello, apretó los dientes: "Intento hacer mi trabajo, dar el máximo y dar todo en el entrenamiento”.
Con esa filosofía, el equipo crecerá: “El Real Valladolid tiene que estar siempre en los puestos más altos de la categoría” porque “es un club histórico”, afirmaba. Consciente de que “al ver que no estás en tu lugar es un mazazo psicológico”, el ceutí confirmaba que “somos buenos profesionales e intentaremos remediar la situación contra el Alavés”. La idea está clara. Los hechos, el domingo.

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