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Es Noticia

Un fracaso jamás reconocido

ElDesmarque

Pese a completar su quinto partido sin conseguir la victoria y el tercero seguido en el que el Real Valladolid caía derrotado, Miguel Ángel Portugal comparecía en la sala de prensa de El Sadar y decía que se iba satisfecho. El burgalés ha mantenido desde hace meses un discurso plano y onírico: "Vamos a acabar arriba", repitió hasta la saciedad. Un punto de los últimos 15 posibles ha llevado al conjunto blanquivioleta a su peor racha de la temporada y con una dinámica peor que la que su antecesor, Gaizka Garitano, pero con una plantilla netamente superior.

 
Portugal ha durado en el Real Valladolid poco más de seis meses. Exactamente seis meses y tres días. O, lo que es lo mismo, 186 días. 

Tiempos conformistas 

Miguel Ángel Portugal ha intentado en todo momento aprobar sin pasar del suficiente. Sus palabras hace unas semanas, cuando marcó como objetivo no perder en un momento del curso en el que el Real Valladolid ansiaba ganar para empezar a recuperar terreno perdido, demuestran que daba por buena la permanencia. Este conformismo ha contagiado a los jugadores, que han tirado la toalla en busca de retos mayores. El escudo de pasado se termina en el momento en el que los puestos de descenso vuelven a acercarse peligrosamente.
Ni con los fichajes de Roger Martí, Enzo Rennella, Borja Fernández o Nikos Karampelas. Portugal nunca cazó el mensaje de ambición que exige una entidad como el Real Valladolid. Dejó pasar las jornadas dando periodos de adaptación, manteniendo como titulares a jugadores que en la primera vuelta habían cosechados unos números pésimos. Mientras los partidos pasaban, los puntos volaban y los puestos de promoción no se acercaban. Parecía que le daba igual. Impasible, sacaba pecho por estar mejor que el Mallorca o el Almería. Mal de muchos...

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