Onésimo se queda solo en Segunda B
De los tres entrenadores con pasado futbolístico en el Real Valladolid que comenzaban la temporada en Segunda B, ya sólo queda Onésimo en El Salto del Caballo de Toledo. El vallisoletano se ha quedado sólo después del último fin de semana. Tras la última jornada, Víctor ha sido destituido en el Fútbol Club Cartagena y Torres Gómez ha sido reemplazado en el filial del Celta de Vigo.
Sentenciados por derrotas en casa
Tanto un entrenador como otro fueron destituidos de sus cargos por diversas derrotas como locales. Mientras el Cartagena de Victor perdía en Cartagona (0-2) contra el Sevilla Atlético, el Celta de Vigo B hacía lo mismo (0-1) en la visita del Burgos. Las derrotas dejan a ambos equipos lejos de sus objetivos. Mientras los cartageneros quedan lejos de la zona de play-off, exactamente a 14 puntos, el fillial gallego se queda a cuatro puntos de la zona de salvación.
Los proyectos no funcionaban y los dirigentes que en verano confiaban en estos dos históricos jugadores del Real Valladolid han dado un cambio a sus equipos. Mientras Torres Gómez ve variadas sus funciones, Víctor se despide de la que ha sido su casa como entrenador y la que fue como jugador tras salir de Valladolid. En el caso del histórico '21', es importante resaltar que con él se marcha otro ex blanquivioleta. Macón, que era su segundo entrenador, deja también sus funciones en el estadio de Cartagonova.
En busca del play-off
Por equipo y por historia, Onésimo y Víctor luchaban por los mismos objetivos al principio de temporada. Toledo y Cartagena pelaban por entrar en el play-off de ascenso pero, ya en la segunda vuelta, sólo el club toledano lo pude conseguir. El equipo del que fue preparador pucelano en 2010 se encuentra cuarto clasificado en el grupo II. Tiene opciones de conseguir el objetivo de la temporada y poder luchar por llegar hasta Segunda división. Sea en ese objetivo o en otro, sólo un cambio muy radical tendría que dar la situación del Toledo para que Onésimo no termine la temporada. Será el único que la pueda acabar después de haberla empezado junto a dos amigos que en el mismo fin de semana han vivido el golpe más duro que puede vivir un entrenador: la destitución.