El segundo gol del Real Madrid contra el Athletic Club en San Mamés este 3 de diciembre de 2025 no solo supuso un paso más hacia la victoria, sino que se ha convertido en un claro ejemplo de cómo la idea de Xabi Alonso empieza a calar en el equipo blanco. Tras varios partidos con malos resultados, esta fue la mejor manera de resarcirse. La jugada que culminó Eduardo Camavinga, retirado en la segunda parte por lesión, fue una obra de arte.
La acción duró 41 segundos de posesión ininterrumpida, desde el minuto 41’16” hasta el 41’57”. Esto ha terminado siendo el reflejo perfecto al trabajo táctico que el técnico español está tratando de implantar en el equipo. Durante esta jugada, el club merengue realizó 15 pases y 42 toques de balón, demostrando el talento y control absoluto de circulación del Real Madrid.
El gol se inició con una primera recuperación de Valverde, dejando un pase atrás a su portero Courtois, quien sería el encargado de dar orden e iniciar la que sería la mejor jugada hasta la fecha de los dirigidos por Xabi Alonso. La acción terminó con un centro desde la banda de Trent Alexander-Arnold, quien encontró a Kylian Mbappé dentro del área. El delantero francés vio a su compañero de selección, y con un pase atrás de cabeza, asistió a Camavinga, quien, con un toque final, mandó el balón a la red.
La conexión entre todos y cada uno de los jugadores en el campo que vestían de blanco fue tal que, apenas pudieron robar el balón los chicos del Athletic Club. Pero, más allá de lo espectacular que terminó siendo el gol, lo que destaca es la huella que deja el Real Madrid bajo la batuta de Xabi Alonso.
En definitiva, el gol de Camavinga no solo fue un momento de alegría individual y colectiva, sino también una demostración de que la influencia de Xabi Alonso empieza a consolidarse en el Real Madrid.