“Esto se pone muy feo”. Y va de Bale: las últimas 24 horas en el Real Madrid

Problema a la vista para el Real Madrid. Sobre todo para Zinedine Zidane. “Esto se pone muy feo”, comentan en los pasillos del Santiago Bernabéu sobre la situación de Gareth Bale.

El delantero británico es uno de los descartes de Zidane para su nuevo proyecto. Y no solo eso. El míster no quiere ni ver al galés en el inicio de la pretemporada. El entrenador le ha pedido encarecidamente al presidente Florentino Pérez que le dé salida cuanto antes. No se lo quiere encontrar en su vuelta al trabajo.

Pero pasan los días y la situación está encallada. Florentino quiere sacar por su traspaso 80 millones de euros. Y las intenciones de Bale pasan por mantener su sueldo y, de salir, hacerlo poniendo rumbo a un grande.

La guerra Bale-Real Madrid está servida

Pero ninguno de sus pretendientes está dispuesto a asumir un su elevada nómina si tiene que pagar lo que pretende Florentino y viceversa. Y ni Bale ni Pérez están dispuestos a dar su brazo a torcer.

Uno de los equipos que sí podría encajar el alto coste de la operación es el Manchester United. Pero el agente del jugador, Jonathan Barnett, le ha recomendado que ignore la propuesta de los red devils, pues no jugarán la Champions League la temporada que viene y el de Cardiff podría encontrarse con que hasta los 31 años no vuelva a la máxima competición continental.

Además, el representante del futbolista y el jugador no tienen prisa mientras el delantero tenga contrato con el Madrid. Barnett incluso ha dejado claro a los dirigentes que si quieren que se vaya sí o sí le paguen las tres temporadas que le quedan de contrato. Si no, serán ellos los que marquen los tiempos.

El Real Madrid pone en jaque a Bale

Una jugada a la que desde Chamartín ya habrían respondido al galés y su agente. Según señala el diario Sport, desde la planta noble del Santiago Bernabéu le habrían dado un ultimátum al atacante: o se marcha o se pasará una temporada en blanco. Y Zidane ya ha demostrado en varias ocasiones que no tiene problemas en dejarlo en el banquillo. La amenaza a Bale de pasarse una temporada entre la grada y el banquillo está sobre la mesa.