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Oliveira y la final de 2005: "Los béticos hicieron ese gol por mí"

Javier Carbonero - Jesús Borrero

Ricardo Oliveira fue uno de los grandes protagonistas del título de la Copa del Rey que el Real Betis conquistó en 2005 en la final del Vicente Calderón contra Osasuna. El brasileño fue el autor de uno de los goles, que recuerda durante su charla con ElDesmarque. Un tanto grabado a fuego en su cabeza, pese a las muchas dianas que ha firmado a lo largo de su trayectoria.

El delantero, todavía en activo y camino de echarle un pulso a Joaquín en cuanto a la longevidad de su carrera, rescata en su memoria las vivencias de aquella final. Emociones, anécdotas y el recuerdo en primera persona de Oliveira, en en este primer fragmento de la entrevista, de los detalles del día en el que fue uno de los partícipes del último título del Betis.

Oliveira, que siente como bético desde la distancia, echa la vista atrás y habla de sus compañeros en ese 2005 y de la única espina clavada que tiene de aquella final, que fue no poder celebrar al día siguiente con la afición en Sevilla al tener que marcharse con la selección de Brasil.

- Pasan los años pero Oliveira sigue en activo en Brasil. Hace poco finalizaba su temporada, ¿cómo ha terminado? 

- Sí, sigo aquí jugando con 41 años, esto es la sangre y la pasión que uno tiene. Ni en los mejores sueños imaginaba que iba a estar jugando a los 41 años y me llegaron ofertas para seguir jugando. La campaña que hice fue con el Athletic. Una campaña espectacular, en un equipo pequeño de pueblo. Me ficharon para ser la guinda del equipo. Tenía muchas ganas de volver a jugar al fútbol y tengo metas por hacer. Los 800 partidos oficiales como profesional, los 400 goles... me quedan 12 goles para lograrlo.

Ganamos partidos importantes, hicimos la mejor campaña de equipos interiores y salimos campeones de pueblo. El primer título que ha ganado el Athletic en su historia. Estoy muy feliz de poder hacer historia con ese equipo y dejar marcas positivas del club y con las personas que he trabajado.

Sigo enchufado, feliz, el cuerpo me responde lo que mi cabeza pide y aún pienso en seguir jugando. Me están llegando ofertas y voy a estudiarlas con mi familia. Pienso jugar este año más y a partir de ahí a ver cómo me encuentro el próximo año.

Ricardo Oliveira en la entrevista con ElDesmarque.

- Es curioso eso de que haya compartido equipo con su hijo...

- Es algo que sucede pocas veces. Para mí está siendo como un sueño. Anthony es mi primer hijo. Nació en España, desde pequeño le gusta el fútbol. Siempre le decía que ese sueño tenía que ser de él y no mío. Tenía mucha pasión por jugar. Yo, como su padre, abrí la puerta para mi hijo. Tener la oportunidad de tenerlo a tu lado y estar enseñándole qué hacer y ayudarle en este proceso me pareció espectacular. Convivir con mi hijo en el campo y entrenando fue algo más que un sueño. Está siguiendo su carrera, tiene 18 años, es un delantero centro de 1,92 de altura y ahora mismo está de vacaciones. El próximo mes regresa porque tiene campeonato para jugar.

- Cualquiera diría que se ha empeñado en echarle un pulso a Joaquín por ver quién juega con más edad...

- Yo soy mayor que Joaquín (ríe). Yo tengo 41 y voy a hacer 42 el próximo mes.
Joaquín es un fenómeno. Es un gran profesional, es un jugador que tiene pasión, que la calidad está ahí. Con el paso de los años sigue disfrutando de esta profesión. Sólo el que vive está profesión sabe lo difícil que es para uno cuando llega el momento de decir ya basta. Mientras no llegue ese momento, hay que seguir disfrutando y es lo que hace Joaquín.

Yo le sigo, sigo el Betis. Veo que está bien, sigue con el arte, con las bromas, feliz y contento y ojalá pueda levantar esta Copa para brindar por todo lo que representa el beticismo. Yo desde Brasil voy a dar mucha fuerza y ánimo para que todo salga bien y verle jugar me encanta, porque lo he tenido a mi lado y me ha dado muchos pases de gol y muchas alegrías. Me sigue dando alegrías desde Brasil porque está comportándose como un gran líder, y la jerarquía que tiene en un equipo fuerte, no sólo en Copa, en LaLiga también. Es un equipo difícil de batir, que sabe a lo que juega y yo desde Brasil estoy disfrutando de mi Betis.

- Si le pregunto por la final de Copa de 2005, ¿qué primer recuerdo le salta a la mente a Ricardo Oliveira?

- Me marcó de por vida de esa final cuando llegamos al Vicente Calderón y ver alrededor del estadio todo verdiblanco, la afición del Betis llevando al autobús hasta el estadio. Fue algo que jamás puedo olvidar. Además, después de salir campeón, la fiesta que hicieron en el estadio fue algo que es increíble. Tengo mi réplica de la Copa del Rey en mi casa y siempre lo recuerdo. Fue un recuerdo increíble, hasta hoy recibo mensajes de los béticos felicitándome por mi carrera y el paso por el club, pero yo soy el que tengo que agradecer a la afición y al club por haberme proporcionado vivir algo que yo jamás había imaginado. Sentir esa pasión, ese sentimiento bético y ser parte de su historia.

"Fue algo que jamás podré olvidar; hasta hoy recibo mensajes de los béticos felicitándome pero yo soy el que tengo que agradecer por sentir esa pasión, ese sentimiento bético y ser parte de su historia", Oliveira y la final de 2005

- Se emociona al recordarlo. Aquel títulono pudo celebrarlo al día siguiente con el Betis en Sevilla.

- Sí, me quedó ese espinita. Imagínate cómo soñamos en llegar a la final y cómo lo preparamos para ganarla. Cuando llegas a levantar la copa y sales campeón, todo lo que quería era celebrarlo con la afición y cada equipo tiene su sitio histórico de dónde celebrarlo. Infelizmente no pude estar, aunque feliz por otro lado porque iba con Brasil para disputar la Copa Confederaciones de 2005; pero yo daría todo para estar en la celebración del campeón en Sevilla con todos.

Estaba con la selección y conectaba con Edu, Assunçao y Denilson que me hicieron vídeos y me decían mira lo que te estás perdiendo, mientras yo estaba con la selección en el hotel. Lo lamenté muchísimo. Me encantaría y ojalá pueda ahora tener la oportunidad de ver el Betis creciendo, ganando copas y que ahora sea el 23 de abril. Lo que me queda es de gratitud, de felicidad de tener mi nombre en la historia de este gran club.

- Ha marcado muchos goles en su carrera, pero imagino que el de la final de la Copa del Rey con el Betis sería especial. ¿Cómo lo recuerda?

- Una característica mía es que desde siempre jamás bajo los brazos ni me rindo. No soy de esos. Recuerdo que estábamos ahí, en un partido muy difícil. Osasuna siempre fue históricamente un equipo duro y sabíamos que sería muy difícil, tenía jugadores de calidad, de mucho carácter que provocaban y eso; pero nosotros teníamos eso y la calidad.

Recuerdo que fue un pelotazo largo y utilicé lo que siempre he tenido que es la velocidad, de ser un jugador explosivo. Salí a correr y llegué justito con Cruchaga, si no me falla la memoria. Entre el central y el portero toqué con la zurda e imagínate que la mitad del estadio, los béticos, hicieron este gol por mí. La pelota salió picadita y fue despacio, no con mucha fuerza porque llegué justo a la pelota. Yo salí corriendo y haciendo fuerza mental para que entrara la pelota y los béticos en el estadio también hicieron fuerza para que entrara la pelota. Fue el prime gol. Enchufó al estadio, al equipo y fue una ilusión tremenda.

Después recuerdo ver el gol de Dani que fue una alegría tremenda. Por nosotros, por el equipo, por los béticos y por Dani, que sufría mucho con las lesiones. Él no iba a entrar en el partido y le tocó. Entró para hacer el gol del título. Los recuerdos son los mejores, luego las celebraciones, los momentos del festejo que fueron una alegría tremenda.

Oliveira y el recuerdo de su gol en la final de 2005: "Entre el central y el portero toqué con la zurda e imagínate que la mitad del estadio, los béticos, hicieron este gol por mí. La pelota salió picadita y fue despacio"

- ¿Con qué se queda de esa celebración del título en el Vicente Calderón?

- Fue increíble. Nosotros estábamos ahí concentrados, pensando que teníamos que ganar esa Copa, después de una campaña increíble en Liga, de quedar cuartos, pelear por la Champioms, y lo logramos. Antes de todo eso teníamos que levantar la Copa, hacerlo bien. Después de salir campeón es donde más fiesta hay. Las celebraciones con Lorenzo Serra Ferrer, con Alexis, lo recuerdo mucho... los echo mucho de menos porque son personas que marcaron positivamente mi carrera. Me echaron una mano cuando llegué al club, me facilitaron la vida y luego estar celebrando ellos en el vestuario y decir lo logramos.

Nosotros lo que queríamos era poder al día siguiente celebrar con la afición y decir aquí la tenéis la Copa, es vuestra. El vestuario estaba muy contento, con lágrimas de emociones. Si estuviéramos en esta era de internet de hoy las imágenes estarían por todos lados por el teléfono. En ese momento no teníamos. Lo que queda está en la memoria y el corazón. Jamás se puede olvidar.

- ¿Qué recuerda del ambiente y la afición bética con aquella final? 

- El ambiente que precedía a la final era el mejor. Siempre la afición nos arropaba y estaba en los entrenamientos con nosotros. Veíamos que la afición nos mandaba mensajes positivos, "estamos aquí", "todo saldrá bien"... Nosotros teníamos también confianza y teníamos un equipo de carácter, que sabía a lo que jugaba y lo que quería. Ahora el paso era ese, levantar la copa y brindarla con nuestra afición. Así fue. Nos preparamos bien, el equipo psicológicamente estaba fuerte y físicamente también.

Yo recuerdo que estaba con la selección y regresé justo para jugar este partido. El Betis hizo todo el esfuerzo para que yo pudiera llegar, descansar y recuperarme bien para poder entregar lo que se esperaba de mí dentro del campo. Afortunadamente todo me salió bien junto a mis compañeros. Supimos sufrir, porque en una final toca siempre sufrir y no es nada fácil, pero con el sufrimiento logramos el éxito.

Ricardo Oliveira con la Copa del Rey.

A partir de ahí yo siempre digo lo más lindo de la carrera de un futbolista cuando llega a un equipo es pelear por cosas importantes. Es al final de la temporada poder brindar un trofeo o una copa. Nosotros pudimos brindarlo a nuestra afición que siempre nos transmitió la confianza y el apoyo y eso lo hace sentir a cada uno dentro del campo. No se puede defraudar a la afición del Betis, porque ellos nunca defraudan. Siempre llenan el estadio, siempre están cantando y gritando, animando... Nosotros teníamos que darle la respuesta dentro del campo porque llega como una conexión. Sincronización campo y grada, grada y campo. Cuando se unen estas fuerzas los resultados llegan.

- El año 2005, además, fue especial no sólo por la Copa, sino por la clasificación para la Champions. Un equipo con Oliveira, Edu, Joaquín, Fernando, Assunçao...

- Sí, no sólo la final. Disfrutamos la temporada. Fue especial para nosotros. Estos jugadores y otros más que al final de temporada pudieron tener el protagonismo. Uno de ellos fue Dani, que pensaba en jubilarse y parar de jugar y mira lo que estaba preparado para él. El gol del título de la final de Copa, más él que es bético bético. El fútbol es así.
Disfruté mucho con los sprints de Joaquín y sus regates, con los bailecitos y las bromas de Joaquín en el vestuario. Esa alegría que nunca perdió. Le sigo y veo que sigue mejor, con el paso de los años está mejor, más contento, más feliz.
Con Assunçao, que era un tipo que tenía carácter y mantenía la seriedad pero en el vestuario mostraba quién era, un chico que también le gustaban las bromas. Denilson, como era siempre con las bromas para acá y para allá. Edu, con esta pinta más seria y tranquila, el Príncipe, como le gusta ser llamado por la afición del Betis, decidiendo partidos y siendo protagonista.

"Me acuerdo que después de ganar el título de Copa teníamos que regresar al hotel y Benjamín cogió una pancarta del Vicente Calderón de la final y quería meterla dentro del autobús y no cabía", rememora Oliveira en una de las anécdotas de la celebración

Me acuerdo de Capi, de Cañas, el capitán, de Doblas, que era una gran persona y un gran amigo y que me echó una mano también y este año fue especial, el capitán Juanito, a Melli... podía estar aquí citando todos los nombres. El más gracioso y bromista era Benjamín, qué figura. Me acuerdo que después de ganar el título de Copa teníamos que regresar al hotel y Benjamín cogió una pancarta del Vicente Calderón de la final y quería meterla dentro del autobús pero no entraba. Qué locura, quería llevarse un recuerdo de ese día. Estoy hablando y estoy emocionado. Todo lo que queda está en la memoria, aparte de alguna foto que tenga... la camiseta de la final y las botas de la final también las tengo en el museo de mi casa. Son recuerdos que nadie puede apagar.
Y a nuestro gran líder, que supo gestionar el vestuario y los egos de los jugadores. Don Lorenzo es especial, lo llevo para siempre. Yo no he tenido padre, lo perdí con 8 años. Cuando llegué a Sevilla tenía 23 años y venía de un año en el  Valencia, que fue especial y mi primer año en España; pero don Lorenzo fue la persona que llamó a mi teléfono y la persona que me llamó cuando yo estaba en la selección jugando la Copa América.
Me llamó y me dijo "Ricardo quiero contar contigo, eres una pieza importante para el equipo. Tus compañeros y compatriotas te esperan, el equipo te necesita, me encantaría tenerlo aquí y vamos a hacer un gran año". Eso me convenció porque del otro lado Claudio Ranieri no contaba conmigo y yo estaba con la selección. No lo pensé dos veces, dije voy donde me quieren. Cuando llegué al Betis me abrazó, me echó broncas, me aconsejó mucho y me hizo ser el gran Oliveira que vosotros conocéis y pudisteis disfrutar ese año. Marqué un época en este club y a la afición la llevo en el corazón para siempre. Aquí tenéis un bético desde Brasil.

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