El delirio de Joaquín Sánchez lavando platos: "No sé cómo va esto, qué pena de mí"

Joaquín Sánchez tiene un 'don' para alegrar la vida a los demás. El capitán del Real Betis, a través de su cuenta de Instagram, está haciendo más ameno a sus seguidores el confinamiento por el coronavirus COVID 19. Ahora 'deleita' con su arte lavando los platos.

Es su esposa Susana la que ha publicado en su cuenta de Instagram un vídeo en el que aparece el capitán del Real Betis lavando los platos. "Esto es que le ha picado el bicho", comenta su mujer. "A ver si lo que me pica es el bicho a ver si así cae algo. Lo que yo no sé es cómo va esto ahí metido. Ayy, qué pena de mí. Que lástima", responde Joaquín Sánchez.

El show de Joaquín con el Comandante Lara

Uno de sus últimos show lo hizo junto al Comandante Lara. Este preguntó a Joaquín que si prefería llevar el confinamiento sin móvil o sin papel higiénico. Una vez más, el jugador del Betis tiró de humor. "Sin móvil. Alguna vez veo cruzar al perro y digo "qué cara de papel se te está poniendo". Por ahora, el suministro va bien", comentaba entre risas el gaditano.

Por último, el Comandante le preguntó a Joaquín, "¿prefieres compartir el confinamiento con tu suegro o con dos hinchas del Sevilla", a lo que el futbolista contestó entre risas: "prefiero un confinamiento con dos hinchas del Sevilla a estar con mi suegro".

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Panchando y con los Gipsy Kings

El capitán ya regaló otro mágico en hace algunas noches, brindando a los aficionados una ronda de sus chistes particulares. Ya en la noche de este miércoles provocó más sonrisas si caben, disfrazado de amo de casa con una bata y un lazo, planchando y cantando.

"Me estoy volviendo loco y ya no sé qué hacer. Lo mismo te plancho una sábana que me pongo a coser. Ea la ea, ¡Dios mío! ¡Dios mío! Qué malamente me estoy quedando", cantaba el portuense.

Un día después volvió a ser viral en redes sociales con unas imágenes en las que aparece disfrazado y cantando. Primero aparecía dando una 'masterclass' de cómo lavarse las manos con jabón, ataviado con su bata de andar por casa y una flor en la oreja. Para no perdérselo.

También de abuelita. "Mañana me voy a levantar a las 8.30. Voy a desayunar, trabajo de ejercicio que tengo que hacer, calentamiento media hora y bueno, en definitiva entrenar. No sé porque estoy fatal con los nervios. Siento una sensación de mucho agobio por la situación. Estoy contigo pero a ti te aguanto ya tres cuartos de hora. Más no, ya no puedo más", comentó.