Mourinho rompe su silencio sobre Lo Celso

Gio Lo Celso ha caído relegado al ostracismo en el Tottenham. Tras la salida de Pochettino y la llegada de José Mourinho, el argentino apenas ha disfrutado de minutos. Claro ejemplo fue que se quedó sin minutos ante el Burnley. Un hándicap que tampoco beneficia al Real Betis, pues se agarraba a que los Spurs pudieran ejecutar la opción de compra en el mercado de enero.

La goleada 5-0 ante el Burnely hacía indicar que Mourinho daría minutos a los menos habituales para coger confianza. No obstante, Gio Lo Celso vio todo el partido en el banquillo. Los cambios de Mourinho fueron Oliver Skipp, Ryan Sessegnon y Troy Parrott. Tampoco entró Christian Eriksen, al que también se le busca salida en enero.

Mourinho rompe su silencio

Pese a ese ostracismo, Mourinho comentó en la rueda de prensa que aún necesita adaptación. "Estoy haciendo mi trabajo ahora para tratar de sacar los mejores resultados posibles y sacar el máximo de los jugadores. Desde luego, Giovani lleva en Europa muchos años, pero en Francia y España, que son dos mundos completamente diferentes al de Inglaterra. Muchos jugadores experimentados llegan a Inglaterra y el 'clic' para ellos no es automático. Por eso, un muchacho joven como Giovani también necesita su tiempo para adaptarse a la Premier League", comentó.

De hecho el luso apremió su interés y aseguró que será importante en el futuro: "Se le podía apreciar, incluso con Mauricio, que era argentino como él, una buena comunicación, hasta con los compañeros franceses. Habla inglés, por lo que para él no es como si llegase de nuevas. Pero sabemos lo buen jugador que es, por lo que hay que darle tiempo para que se desarrolle; creemos que será un buen jugador para nosotros".

Pese a ello, los números hablan por sí solos. La realidad es que Lo Celso no cuenta para José Mourinho. En los últimos cuatro encuentros, apenas acumula siete minutos. No jugó ante West Ham, disputó dos minutos contra el Bournemouth y cinco ante el Manchester United. Contra el Burnley, otra vez en el banquillo. Una tesitura que si no cambia, podría deparar un panorama nuevo para el argentino en enero.