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Es Noticia

Un año del pacto Betis-Lopera-Oliver

Gabriel Galán

Aquel 27 de julio de 2017, en la ya archiconocida Notaría Lledó de Sevilla, cambió el futuro del Betis. Si fue para bien o para mal lo dirán los resultados. De momento parece que fue para bien. Ese día, un largo día, fue el primer gran paso para llegar al esperado 'Betis de los béticos'. El día en el que Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver salían del Betis aunque con los bolsillos bien llenos de dinero. El nuevo Betis estaba ya en marcha.

Un año después, ese nuevo Betis ha cogido una interesante velocidad de crucero. Y va muy bien, sobre todo en lo deportivo, que al fin y al cabo es lo más importante. Aquel pacto, acuerdo o como quieran llamar del Betis, con Ángel Haro, José Miguel López Catalán y otros protagonistas a la cabeza, con los otrora dirigentes del Betis fue un punto y seguido a la evolución de la entidad. Al cambio, aunque al final una parte, o gran parte, de los que firmaron ese acuerdo tienen ahora mayor poder en el Betis.

Ese acuerdo permitió al Betis que con el tiempo, después de pasar por la Junta de Accionistas, se pusieran a la venta unas acciones, de varios precios, de varios paquetes, para que los béticos pudieran comprar algunas. Otros, muchas. Lógicamente hubo lío y, sobre todo, muchos intereses. De todo tipo. El reparto deparó alguna sorpresa pero significó que tanto Lopera como Oliver abandonaran el Betis. El Betis de los béticos era una realidad.

Algunos protagonistas del pacto por las acciones del Betis.

Y ahora, 27 de julio de 2018, ese Betis de los béticos es de muchos más béticos que antes, pero hay algunos que han aumentado su poder gracias a este acuerdo. Un Betis que ilusiona con una planificación magnífica de Lorenzo Serra Ferrer y con el fútbol de toque de Quique Setién. Y una plantilla, a falta de varios fichajes, de calidad. Ese Betis de los béticos disfruta cuando su equipo gana más veces que pierde, ahora sin pensar en quién tiene las acciones. Que ya no hace falta recordar al histórico año 1992 o al desembarco de Oliver. Ahora el Betis camina firme. Al menos por ahora. Ahí está, con mucha vida, el Betis de los béticos.

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