El undécimo descenso del Deportivo, cocinado a fuego lento

Carlos Alberto Fernández,A Coruña, 30 abr (EFE).- El undécimo descenso del RC Deportivo a Segunda División, el tercero esta década, se cocinó a fuego lento desde la pretemporada hasta consumarse este domingo con su derrota ante el FC Barcelona (2-4) a falta de tres jornadas para la conclusión de LaLiga Santander.,El presidente del Deportivo, Tino Fernández, que ha sufrido su primera pérdida de categoría desde que se hizo cargo del equipo en 2014, reconoció a la conclusión del partido con el BarcCarlos Alberto Fernández
A Coruña, 30 abr .- El undécimo descenso del RC Deportivo a Segunda División, el tercero esta década, se cocinó a fuego lento desde la pretemporada hasta consumarse este domingo con su derrota ante el FC Barcelona (2-4) a falta de tres jornadas para la conclusión de LaLiga Santander.
El presidente del Deportivo, Tino Fernández, que ha sufrido su primera pérdida de categoría desde que se hizo cargo del equipo en 2014, reconoció a la conclusión del partido con el Barcelona que "no fue un accidente, sino un proceso" que empezó "con las primeras decisiones equivocadas" y continuó con "múltiples ejecuciones malas".
Él, como dirigente, es el máximo responsable de un fracaso con el que nadie en el club contaba cuando comenzó el curso a pesar de que entonces ya se habían dado los primeros pasos en falso.
La continuidad de Pepe Mel en el banquillo fue uno de ellos porque el técnico no contaba con el respaldo absoluto del club después de haber sellado la permanencia el curso pasado con una buena reacción inicial cuando asumió el mando de la plantilla y un final de temporada mediocre.
A las nueve jornadas, tras perder en casa con el Girona (1-2), Mel fue destituido, aunque el club ya había barajado esa posibilidad incluso antes, tras caer en el sexto partido del curso con el Espanyol (4-1).
La filosofía del técnico y de la dirección deportiva no encajaban. Después de la derrota con el Espanyol y de un empate con el Eibar (0-0), el consejero del área deportiva presentó su dimisión irrevocable. Veinte días más tarde, Mel fue despedido.
La plantilla que confeccionó el club tenía expectativas altas, pero con un par de puntos débiles claros: la portería no se reforzó con garantías a pesar de las demandas del técnico tras fallar opciones como Diego Alves o David Soria, y en el centro del campo se echó en falta a un pivote claramente defensivo.
El Deportivo no funcionó a lo largo de la temporada. Ni con Mel, ni con el segundo entrenador, Cristóbal Parralo, que lideraba el Grupo I de Segunda B cuando se hizo con la dirección del primer equipo.
El director deportivo del club, Richard Barral, que quería a otro entrenador, se desvinculó del club cuando empezaba el mercado de enero, otro error más de ejecución porque el Deportivo, sin una cabeza visible, fracasó a la hora de reforzarse por más que el presidente, en su momento, pronosticara que había concretado tres fichajes relevantes.
El portero que llegó, Maksym Koval solo tuvo protagonismo en un partido en el que fue expulsado en el primer tiempo, mientras que Eneko Bóveda jugó poco en su posición, lateral derecho, hasta que se lesionó y Krohn-Dehli tampoco acabó de cuajar.
Todos ellos fueron incorporados aún con Cristóbal como entrenador, pero dos días después de que se cerrara el mercado, el Deportivo fue goleado en Anoeta y el técnico, destituido.
El club sondeó varias opciones, Martín Lasarte era la principal, Diego Alonso el 'plan b' y finalmente contrató a un técnico sin experiencia en LaLiga Santander y con poco bagaje en los banquillos, Clarence Seedorf, que tardó nueve jornadas en lograr la primera victoria.
El holandés, que fichó al centrocampista Sulley Muntari (sin equipo desde mayo de 2017) mejoró el ánimo en el vestuario y dio con la tecla en los últimos partidos, demasiado tarde para salvar a un equipo que a lo largo de la temporada cometió muchísimos errores desde los despachos al césped.
Porque en el verde, los jugadores no estuvieron a la altura. Lucas Pérez, el referente, ha firmado una temporada decepcionante, y como él, los porteros, la defensa, el centro del campo y el resto del ataque.
En septiembre, el presidente se ilusionaba con quedar por encima del Celta y asomarse a Europa; en abril, es equipo de Segunda División.