La fiesta de Corea del Sur tras un final de infarto: 10 minutos pegados al móvil hasta la locura

¡Qué bonito es el fútbol! El Mundial de Qatar 2022 no deja de mostrarnos momentos para la historia como el que hemos vivido este viernes en el desenlace del Grupo H. Corea del Sur finalmente consiguió el pase por delante de Uruguay y Ghana en un final para recordar.

Se le había complicado la vida a Corea con el tanto de Portugal, obra de Ricardo Horta, y el doblete de De Arrascaeta para Uruguay que colocaba a los charrúas en octavos. Kim Young-Gwon colocó el empate antes del descanso y, ahí, los 'tigres asiáticos' sólo necesitaban un tanto para clasificarse.

Los charrúas comenzaron a especular y se encerraron en su área mientras Ghana, que necesitaba dos goles para lograr el pase, intentaba por todos los medios lograr el gol. Mientras, los de Paulo Bento se fueron animando poco a poco hasta que llegó el momento decisivo.

Son Heung-Min, su gran estrella, que apenas había destacado durante el torneo, agarró la pelota en una contra en el minuto 90 y se inventó un pase espectacular para Hwang Hee-Chan. El del Wolverhampton no perdonó ante Diogo Costa y desató la locura entre jugadores y aficionados de Corea del Sur, que aguantaron todo el descuento para finalizar 2-1.

Ahí sólo quedaba mirar al Ghana-Uruguay, que había tomado tintes dramáticos con los dos equipos volcados en busca de su gol. Cavani incluso reclamó un penalti que provocó un tremendo enfado en los sudamericanos mientras Luis Suárez no dejaba de llorar en el banquillo.

La fiesta en Corea del Sur

Al final, Ghana se dedicó a perder tiempo en venganza por la eliminación en el Mundial 2010 y el partido finalizó 2-0 para Uruguay. Un marcador que le daba ventaja a Corea del Sur ya que ambos equipos poseían un 0 en la diferencia de goles pero los asiáticos lo hicieron con cuatro tantos a favor.

Ahí se desató la locura entre los jugadores coreanos, atentos en el teléfono móvil sobre el césped del Education City a lo que sucedía en el otro encuentro. Un triunfo histórico de Corea del Sur que avanza a su tercera eliminatoria en un Mundial donde, salvo que ocurra la enésima sorpresa, se enfrentarían a Brasil.