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Es Noticia

El milagro de San Siro corona la proeza de un "colectivo" sin estrellas

Daniel Herrera/EFE

Sin ninguna estrella tras la retirada de la selección de Zlatan Ibrahimovic y rompiendo los pronósticos previos frente a Italia, Suecia reivindicó la fuerza del colectivo y firmó un "milagro" en Milán que la devolverá al Mundial doce años después.

 
"¡Qué hazaña, Suecia!" titulaba hoy en portada Dagens Nyheter, principal cabecera nórdica, resumiendo el sentir generalizado sobre la proeza de eliminar a la tetracampeona del mundo, que ya ha sido equiparada con hitos del fútbol sueco como el tercer puesto de Estados Unidos 94 o la final de la Copa de Europa del Malmö en 1979.
Cuando hace 14 meses Suecia debutaba en el primer partido de esta fase de clasificación, pocos creían en las opciones de un equipo sin referentes claros y encuadrado en un grupo con Francia y Holanda. Lejos quedaban los tiempos de Ibrahimovic, Larsson y Ljungberg, ahora había un grupo de jugadores sin cartel, pero dispuestos a dejarse el alma por su país.
Sin embargo, el conjunto escandinavo empezó a sumar buenos resultados y aunque sin exhibir un juego demasiado vistoso, fue capaz incluso de derrotar a la selección gala para acabar por delante de Holanda, gracias a la diferencia de goles propiciada por el escandaloso 8-0 que le metió en Estocolmo a Luxemburgo.
"Juntos, juntos ha sido una palabra clave. Los jugadores mismos la usan mucho", destacaba hoy en rueda de prensa el seleccionador, Jan Andersson. Del once que el técnico alineó en San Siro, solo el central Lindelöf (suplente en el Manchester United), el lateral Augustinsson (Werder Bremen), el centrocampista Forsberg (Leipzig) y el delantero Toivonen (Toulouse) juegan en una de las grandes ligas europeas.
"Todos somos héroes", resumió el portero Robin Olsen, emocionado como muchos de sus compañeros que lloraron ante las cámaras. A la cabeza, el capitán Andreas Granqvist, que fue un muro infranqueable en la celestial noche milanesa. Gran parte del mérito es de Andersson, que llegó al cargo hace año y medio tras una larga carrera en su país, culminada con el sorprendente título de liga logrado por el Norrköping.
"Probablemente nunca le he dado mucha importancia al prestigio, pero con los años se la he quitado del todo. El colectivo siempre va antes", manifestó el técnico sueco entre lágrimas. Su forma de ser queda bien retratada en un tuit colgado por el psicólogo de la selección, Daniel Ekvall, con una foto de Andersson recogiendo botellas y papeles en un vestuario vacío tras la celebración de sus jugadores.
Por otro lado, no podemos hablar del combinado nórdico sin hacer de Ibrahimovic, que estuvo presente en el estadio en el partido de ida en Estocolmo y rindió homenaje a sus compatriotas en las redes sociales. Aunque el ídolo sueco no se ha pronunciado sobre un posible regreso al equipo nacional, su agente, Mino Raiola, ha dicho al diario Expressen que si fuera por él, lo llevaría "en persona" a Rusia para jugar con Suecia.

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